A pesar de pasar por un buen momento el sistema bancario boliviano en los últimos años, en el segundo semestre la economía nacional empezó a debilitarse y el entorno político y las elecciones afectaron al sector productivo, debido a la convulsión social que se acentuó en noviembre. En su perspectiva 2020 de Moody´s para los bancos del país señala que un mayor riesgo político y un crecimiento económico más débil empeorarán las condiciones operativas de las entidades financieras.
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