La iniciativa se desarrollará en las estancias de Cumaravi, Ticani y Chillihuani del municipio transfronterizo de Charaña del departamento de La Paz, debido a que por las condiciones climáticas y la deficiencia de recursos hídricos se carece de producción de cultivos.
La propuesta forma parte de los cinco proyectos piloto boliviano, que pertenecen al proyecto binacional entre Bolivia y Perú “Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH) del Sistema Titicaca, Desaguadero, Poopó y Salar de Coipasa (TDPS)”, a cargo del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA).
“Los bofedales son ecosistemas de alta importancia, considerados un sustento económico para los habitantes del lugar como forraje para el ganado camélido”, explicó la bióloga Eliana Quispe y dijo que los beneficiarios directos serán los comunarios, que se capacitarán en el manejo de equipos de monitoreo de calidad de agua y métodos de revitalización de bofedales.
ECOSISTEMAS FRÁGILES
La investigadora detalló que los bofedales son ecosistemas frágiles de montaña y de altura, que se encuentran en toda la franja de los Andes, pueden tener un origen glaciar que los alimente constantemente con agua, como los que se encuentran en Hampaturi en el municipio de La Paz.
En Charaña, se originan a partir de “ojos de agua” (afloramientos superficiales de aguas subterráneas), que son nutridos por ríos, formando pequeños ecosistemas que almacenan agua, albergan diversos animales silvestres como una variada avifauna, y diferentes plantas como sustento para el ganado camélido, agregó. “Los bofedales seleccionados en las estancias de Cumaravi, Ticani y Chillihuani, de alguna forma están sufriendo una reducción por efecto del cambio en el cauce de los ríos o por el cambio climático”, informó Quispe.
El responsable Asignado del Proyecto Piloto del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, Gustavo Ayala, remarcó la importancia de la ejecución por la alta vulnerabilidad climática de la región y el crecimiento del déficit hídrico, que experimenta especialmente el municipio de Charaña, donde una de sus principales actividades económicas es la crianza de ganado camélido, que necesita de la presencia de bofedales.
“Se busca fortalecer la capacidad de las comunidades para mantener y preservar los bofedales y de esta forma incrementar la resiliencia de la región, y frenar un proceso de degradación en estos cuerpos de agua, donde se evidenció la disminución de la producción biótica (conjunto de flora y fauna) necesaria para mantener el bofedal activo”, aseveró Ayala.
ESTUDIOS
Los encargados del proyecto informaron que se realizó un Reporte de Estudios de Campo del componente hidráulico/hidrogeológico, como ser Sondeos Eléctricos Verticales (SEV) y varias tomografías, en los tres bofedales (Chllihuani, Cumaravi y Ticani), para la obtención de datos hidrogeológicos.
Indicaron que el levantamiento topográfico para el análisis de flujo en los bofedales se lo hizo con un dron Phantom para la fotogrametría.
También se realizaron aforos de los ríos principales para el control de los caudales; y se ubicó y visitó las Estaciones Meteorológicas abandonadas de Aasana y de JICA.
También se realizó un taller con los técnicos del Gobierno Autónomo Municipal de Charaña, en el cual se les informó los avances del proyecto y la presentación de la agenda de actividades para la semana del 26 al 31 de enero, periodo en el cual visitaran los bofedales con sus respectivas autoridades comunales, así como un taller educativo con los jóvenes de la comunidad y un diagnóstico socio ambiental respecto a la interacción entre la comunidad y los bofedales.