La información fue proporcionada por el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, en conferencia de prensa, quien en su introducción dijo que las importaciones de esos materiales representan, en promedio, más de 25 millones de dólares anuales.
Informó que el 2019 la importación de cerámicas alcanzó más de 31 millones de dólares y en el 2020 bajó a 33,4 millones, entre tanto en vidrio las compras ascendieron a 5,1 millones.
Señaló que Bolivia tiene suficiente capacidad de producción para cubrir la demanda del mercado interno con cerámica y vidrió, y mencionó las industrias que invirtieron y continuarán inyectando capital para cumplir con la población boliviana, como Coboce, Faboce, Gladymar y Cerabol.
En el caso de envases de vidrio también existe la capacidad de cubrir la demanda del mercado interno, y sólo como dato la Empresa de Vidrio de Bolivia (Envibol) produce 110 toneladas día.
Las empresas de cerámica realizaron inversiones para ampliar su producción y diversificar sus productos con marca nacional, señaló a tiempo de indicar que al año se produce 535 toneladas de baldosas de cerámica y revestimiento, pero las fábricas sólo ocupan 57,6% de su capacidad instalada a nivel nacional.
Informó que tuvieron reuniones con las empresas del sector, y en la misma se comprometieron a continuar con las inversiones a medida que la demanda aumente, y generen empleos.
Además, también garantizaron la calidad y mantener precios accesibles para el mercado interno, y evitar en lo posible incrementos.
Huanca dijo que la medida apunta a sustituir las importaciones de esos productos e incentivar la producción nacional, y que los bolivianos puedan beneficiarse de 183,4 millones de bolivianos, que antes se destinaba a la importación.
El decreto supremo entrará en vigencia dentro de los cinco días promulgado, y con ello se garantiza los más de 1.500 empleos que generan las industrias.