El sector gastronómico hizo los esfuerzos para atender al público con todas las medidas de bioseguridad, dijo en conferencia de prensa con representantes del sector gastronómico en la ciudad de Cochabamba.
Como se recordará, la Cámara de Empresarios Gastronómicos de La Paz, en representación del sector gastronómico paceño, se declaró en emergencia ante las medidas recomendadas por el Comité de Operaciones de Emergencia Departamental La Paz en fecha 13 de enero 2021, orientadas a implementar medidas similares a una cuarentena rígida.
Recordó que el sector gastronómico, generador de fuentes laborales e importantes recursos económicos para el país, el departamento y la ciudad, ha sido uno de los más golpeados desde que la pandemia del Covid-19 llegó a Bolivia hace más de 10 meses debido a las restricciones que las características del virus impuso para su contención.
Pese a ello, ha sido también uno de los sectores en los que con mayor responsabilidad y compromiso se cumplió la normativa y las restricciones establecidas.
Cochabamba
Asimismo, ante la última ampliación de las restricciones del Comité de Operaciones de Emergencia Departamental, que impide la actividad gastronómica los domingos, la Asociación de Empresarios de Restaurantes y Ramas Afines (Aserac) se declaró en estado de emergencia debido a la afectación económica que significa para el sector paralizar su trabajo el día de mayor venta.
La presidenta de la Aserac, Vivian Cardona, señaló que sus ventas ya bajaron en un 40% durante los últimos 10 meses y que los restaurantes no son focos o centros de contagio, porque han ido implementando y coordinando todas las medidas de bioseguridad para el personal y los clientes.
“Nos llama la atención que pese a las reuniones que hemos tenido con las autoridades locales se saquen medidas restrictivas en el día que nosotros más vendemos, y más aún nos llama la atención que se coordine con otros sectores como los comerciantes y transporte informales y no se apoye al empresariado”, dijo.
El vicepresidente de Aserac, Tony Salazar, pidió a las autoridades que los dejen trabajar a puerta cerrada los días domingo e indicó que más de 200 mil familias dependen de cinco mil establecimientos gastronómicos en Cochabamba.