La pandemia ha venido a ponerle hielo a toda la actividad económica pero ahora que al final del túnel se observan las luces de unas vacunas, hay que admitir que las empresas estatales no tienen remedio.
El Gobierno ha decidido invertir Bs 500 millones para hacerlas revivir, pero no porque crea que todavía puedan respirar, sino porque no quiere tomar la decisión de cerrarlas y echar a la calle a todos sus trabajadores.