De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios al Consumidor (IPC), en diciembre registró una inflación positiva de 0,22 %, mayor a la de noviembre que fue de -0,27 %.
El poder de compra al parecer no perdió mucho terreno, y más bien hubo un decrecimiento de precios, reflexionó el gerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, en entrevista con radio Fencomin.
Dijo que en noviembre de 2019 se registró una deflación, lo que preocupó a la economía, y el 2020 presentó una caída del Producto Interno Bruto (PIB).
Ahora la preocupación se centra en el rebrote, lo que significará menos ingresos en la economía y ciudadanía, por ello recomendó el uso del barbijo y aplicar el distanciamiento social.
En la medida que la población colabore no habrá necesidad de confinamiento; en julio los datos del INE por las medidas aplicadas provocaron la pérdida de más de 280.000 empleos a nivel nacional.
Opinó que es vital un trabajo conjunto del sector público privado para acelerar el crecimiento de la economía nacional, y destacó las proyecciones del Gobierno de que 4,8 % del PIB.
Pero lamentó que el crecimiento sea a costa de un endeudamiento, por ello es bueno que se envíe buenas señalas al mercado externo, y se implemente políticas de incentivo para atraer inversión privada extranjera.
Déficits
La calificadora Moody´s en su nota de prensa de evaluación de la economía señala una reducción del espacio fiscal en el mediano plazo pese a la reactivación de la actividad económica; y que las presiones sociales aumentarán, dado que la pandemia revirtió el progreso alcanzado en la última década.
“Como resultado de la flexibilización de las medidas de confinamiento y del apoyo en materia de políticas públicas por parte de los bancos centrales y los gobiernos, la reactivación económica que comenzó en el segundo semestre de 2020 continuará. Muchas economías de la región crecerán más del 3%, pero el PIB permanecerá por debajo de los niveles previos a la pandemia tras una contracción de más del 5 % en 2020”, sostiene Jaime Reusche, vice president de Moody’s.
En 2021, los déficits fiscales en América Latina se reducirán a medida que los gobiernos empiecen a retirar gradualmente algunas de las medidas adoptadas para combatir los efectos económicos de la pandemia.
Los ingresos de los gobiernos se verán favorecidos por un impulso cíclico a medida que la actividad económica se recupere, aunque la recaudación fiscal se mantendrá por debajo delos niveles prepandémicos.
Pese a la reducción de los déficits, los indicadores de deuda seguirán aumentando, lo cual ejercerá mayor presión sobre los perfiles de crédito de los soberanos.
El choque macroeconómico provocado por la pandemia aumentó el índice de pobreza y la desigualdad de los ingresos, lo que invirtió el progreso social alcanzado en años anteriores.