“No obstante, a nivel internacional se utilizan estrategias para reactivar el turismo, como lo que ocurre en la Unión Europea, donde se exige utilizar un certificado digital covid, con código QR, que permite saber si una persona esta efectivamente vacunada contra el covid 19 para poder realizar turismo y si ha superado una prueba PCR”, señaló.
Cada año se rememora el Día Mundial del Turismo, impulsada por la Organización Mundial de Turismo, cuyo objetivo es dar a conocer la importancia de esta actividad y su contribución en el desarrollo económico, social y ambiental. Y para este año, el lema es “Turismo para un crecimiento inclusivo”.
La experta en el tema sostiene que el turismo es generador de empleos directos e indirectos, además es un factor de integración nacional, regional e internacional, y la pandemia afectó a la población más vulnerable.
El 2020, la pandemia provocó el cierre de fronteras, implementación de cuarentenas rígidas y provocó la quiebra de muchas empresas del rubro turístico, reflexionó a tiempo de indicar que la crisis de la gestión pasada mostró que la sociedad, y en especial el sector, no estaba preparado, por ello se debe trabajar en medidas preventivas en casos de emergencias de salud, y en los pasaportes de covid-19.
Miedo y estrés
Larico dijo que la situación presentada por el covid-19 provocó miedo en las personas, lo que generó bajas defensas en sus organismos y mucha gente murió, también hubo decesos del sector de salud.
Asimismo, el stress fue el otro enemigo, referido al malestar del ser humano, reacción negativa fisiológica y biológica.
Una alternativa que puede contribuir a la liberación del stress, mejorar la salud y mejorar la satisfacción personal, es el Turismo, que es una medicina para las mentes y cuerpos, antiestresante, una forma en que cualquier persona puede aprovechar su tiempo de ocio de forma recreacional y de descanso, disfrutando en forma personal sin preocupaciones, aseguró.
Pero también señaló que es importante pensar en un “turismo responsable, sostenible, sustentable, con seguro de salud; cambios en los que deben participar los gestores turísticos, las instituciones público privadas y las universidades”.
Recordó que el Turismo es un medio y no un fin. En el marco de los cambios, sugiere que deberían ejercer cargos en instancias públicas del sector de turismo, gente formada en el rubro y con experiencia, con integridad, para que existan modificaciones estructurales y definir políticas serias pensando en la ética.
Destacó el papel de la Universidad Mayor de San Andrés, que se constituye en una Universidad Académica y Certificada a Nivel Internacional, y señaló que sí se desea cambios en el país, se debe partir del cambio en la Educación y la Formación, y es importante realizar un estudio, diagnóstico del tipo de profesional que demanda el mercado, considerando la pandemia.
Asimismo, indicó que es responsabilidad de las autoridades nacionales, gobernaciones, municipios y comunidades pensar en reactivar el turismo y para ello se debe avanzar en la disciplina, cumplimiento con las normas, restricciones, definir nuevas normativas, pensando no solo en lo económico sino también en la prevención de la salud del turista nacional o internacional.
Cifras
El año pasado, en el mes de marzo, se determinó las cuarentenas rígidas para frenar el número de contagios, y en este periodo el sector turístico estimó que las pérdidas estarían en el orden de los 1.000 millones de dólares, y 100.00 empleos directos.
En ese entonces, señalaban que el turismo en Bolivia, luego de los conflictos sociales y políticos ocurridos en octubre y noviembre de 2019, empezó a sentir las medidas mundiales contra el coronavirus, situación que bajó el número de viajeros.