Un intenso debate sobre las tierras de Santa Cruz tiene que ver con el destino de Bolivia, debido a que esos terrenos son ambicionados por quienes quieren que las plantaciones de coca se extiendan hasta la frontera con Brasil.

Por el momento pareciera que se trata de un tema solamente cruceño, pero hay que advertir que se trata de un designio de quienes quieren que la actividad principal del país, más de lo que ya es ahora, sea la coca y sus derivados.

Una entrevista con Gonzalo Colque, quien dirigió la Fundación Tierra, señala lo que muchos bolivianos sabían: que el plan de “asentamientos” de inmigrantes del occidente en las tierras cruceñas es, en realidad, el avance de los cultivos de coca hacia la frontera con Brasil.

Un informe de las Naciones Unidas dice que en los últimos diez años, la capacidad de Bolivia de producir droga se incrementó en 44 %, lo que refleja en parte, en una parte menor, el incremento que tuvieron los cocales.

Los informes de las Naciones Unidas no incluyen los cocales ilegales de los parques nacionales, comenzando por Amboró, Choré, Tipnis y el valle de Tucabaca, además de los que están en el departamento de La Paz que, según las Naciones Unidas, están a punto de encontrarse con los cocales del Perú.

Por lo tanto, los esfuerzos que hace ahora la Gobernación de Santa Cruz por poner freno o por lo menos controlar la entrega de tierras fiscales a potenciales cocaleros es, en el fondo, un tema político, profundamente político.

La prédica muy conveniente de algunas organizaciones de izquierda dice que las tierras no pueden pertenecer a “unos cuantos”, por lo que apoyan que sea entregadas al ejército de cocaleros.

La Gobernación de Santa Cruz ha dicho basta. Quiere introducir algún elemento de racionalidad en la política de tierras, pero ocurre que, paradójicamente, el INRA, es decir el Instituto Nacional de Reforma Agraria, se niega a participar en las reuniones.

De lo que se desprende que aquello de las “autonomías”, que se incluyeron en la constitución, es apenas una farsa, porque las autoridades del departamento de Santa Cruz no tienen potestad para definir políticas referidas a las tierras del departamento.

Se sabía que el MAS había dado su visto bueno a las autonomías de muy mala gana y que, para frenarlas, había diluido la idea decretando autonomías provinciales, regionales e incluso comunales.

En Santa Cruz se está definiendo ahora el futuro de Bolivia. Hay un plan para hacer que el país dependa cada vez más de la coca, mientras que la gobernación de Santa Cruz quisiera que los cultivos de coca sean prohibidos en esas tierras, bajo un control estricto.

El Brent ha caído alrededor de US$ 5 el barril, o un 6,4 %, desde el cierre del lunes después de que las conversaciones entre los miembros de la OPEP y Rusia, conocida como OPEP +, fracasaron. Arabia Saudita rechazó las demandas de los Emiratos Árabes para aumentar su producción tras un año de reducciones concertadas por el grupo. Los analistas aseguran que si no se llega a un acuerdo el precio superaría los US$ 80 el barril antes de fin de año.

El valor de las exportaciones de oro de Bolivia cayó en 55 % de abril a mayo de este año, en volumen la caída fue de 53 %, según cifras del INE. La decisión del gobierno del MAS de comprar oro para aumentar las reservas podría funcionar para elevar las RIN pero no haría nada por aumentar las divisas, que son los dólares que necesita el país para poder hacer importaciones. Para aumentar las divisas el BCB tendría que vender ese oro en el exterior.

El volumen de zinc exportado durante los primeros 5 meses del año fue 11% menos que en el mismo periodo de 2019, antes de la pandemia. El valor cayó en 10,3% en el mismo periodo a pesar de un alza en el precio tan alta que llevó al gobierno de China a poner sus reservas estratégicas a disposición de sus empresas a un precio 10% por debajo del precio de mercado. En Bolivia las exportaciones de zinc sumaron US$ 532 millones a abril.

Monedas sin valor

Venezuela quiere remplazar los billetes por la moneda digital creada por el Banco Central de Venezuela, el “petro”. La moneda actual pierde valor tan rápido que no alcanza el tiempo ni el dinero para imprimir los billetes con más y más ceros. El petro resolvería este problema pero podría hacer que la inflación se dispare nuevamente.

Inversión parada

Los operadores de la bolsa de Buenos Aires aseguran que lo único que se mueve son las acciones de empresas extranjeras porque no hay interés en invertir en el país bajo las condiciones actuales. Mientras tanto se supo que los trabajadores del sector público ganan 26,7 % más que los del sector privado. ¿Por qué no llegará la inversión che?

Adiós a los ricos

La moneda cayó en 8,4 % desde las elecciones presidenciales y una empresa de fondos de inversión local asegura que sus miembros (elites con mucho dinero) retiraron la mitad de sus inversiones desde la primera ronda de la elección presidencial. El candidato ganador dice que ser socialista es lo que ahuyenta la inversión privada como en Venezuela y Argentina.

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Es que la Cepal eleva a 5,1 % sus previsiones sobre el crecimiento de la economía boliviana durante el presente año, el mayor pronóstico.

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Es que se trata de una tendencia universal, llamada el “rebote”: las economías están saliendo de la parálisis a la que las obligó la pandemia.

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Es que en Bolivia las importaciones de combustibles han alcanzado ya los niveles de 2019, debido al agotamiento de las reservas de hidrocarburos.