La reducción de ingresos por la caída de la producción de gas provocó el incremento de la deuda interna y externa, y se hará más difícil lograr financiamiento internacional, según economistas y Jubileo.
La renta por la explotación de hidrocarburos llegó a su máximo en el año 2014, en adelante disminuyó significativamente, en principio por la caída de los precios internacionales, pero también por menores volúmenes de producción y exportación, señala la Fundación Jubileo en su revista Bolivia: un ciclo entre el deterioro de la economía y la preservación de la democracia 2015–2022.
Mientras tanto, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos proyecta para la presente gestión ingresos de 2.960 millones de dólares, superior a lo que se registró el año pasado.
Jubileo recuerda que la renta por hidrocarburos fue el principal factor que explicó la dinámica económica y el periodo de bonanza, pero esta ha ido reduciendo hasta llegar casi a una tercera parte en comparación con el año 2014.
La renta hidrocarburífera se ha mantenido en niveles menores y no se advierte una verdadera recuperación en adelante, incluso a pesar de la evolución positiva de los precios internacionales, agrega la Fundación.
“Nosotros estimamos cerrar este año con un superávit, cerrando el año con más ingresos por exportación de gas que egresos debidos a la importación de líquidos, el incremento en el precio del petróleo y las gestiones en los nuevos contratos de exportación se está traduciendo en una balanza comercial positiva”, señalaba el vicepresidente de Administración, Contratos y Fiscalización de la estatal petrolera, Enzo Michel.
Michel agregaba que “el año pasado se alcanzó 2.400 millones de dólares de ingresos por comercialización de gas natural con un precio más bajo, en la actualidad el incremento del precio y con una producción de alrededor de 42,00 MMmcd, vamos a cerrar el 2022 con más de 2.960 millones de ingresos por este concepto”.
Deuda
Por otra parte, si bien la deuda externa estaría por los 13.000 millones de dólares, la interna habría superado los montos de la foránea, debido a que el Gobierno se financió de las Administradoras de Fondos de Pensiones y de la banca para cubrir parte del gasto corriente. Mientras el Banco Central (BCB) no atina para generar liquidez, sino la retira a través de la emisión de bonos, opinó el analista económico Gabriel Espinoza.
A principios de año, los empresarios indicaron que los créditos del sistema financiero se destinaron al Gobierno por lo que no habría suficiente financiamiento para el sector privado, y por ello indicaron que es necesario emitir bonos para brindar liquidez a la economía tanto para el sector público como privado.
Hace unas semanas atrás, el presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Edwin Rojas, informó que el sistema financiero está sólido y tiene liquidez para brindar créditos, y descartó que no haya suficientes recursos para el financiamiento privado.
La declaración lo realizó en su informe de política monetaria, en la que señaló que la entidad emisora aplicó políticas convencionales y no convencionales para reactivar la economía nacional.
En entrevista con eju.tv, el experto en el ámbito financiero, Jaime Dunn, alertó sobre el endeudamiento interno del Gobierno, y que el mismo puede tener graves consecuencias para la recuperación económica.
Señaló que el Gobierno se convirtió en el principal competidor financiero de las empresas privadas, y se lleva casi todos los recursos dejando a los empresarios privados en segundo plano.
De acuerdo a datos de Página Siete, la deuda interna en 2020 y 2021 subió en más del doble respecto al incremento desde 2010 hasta 2019. Hasta agosto la cifra llegó a 83.021,4 millones de bolivianos, según datos del Viceministerio del Tesoro y Crédito Público.
Pero siguió con los préstamos en noviembre y diciembre, por lo que se estima que la cifra está por encima de la externa.
Jubileo señala que la deuda externa se duplicó y la interna se triplicó. La fundación señala que creció de 28.664 millones de bolivianos en 2014 a 95.253 millones en 2021, y en un comunicado del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas se sostiene que la nota omite que el incremente experimentado durante el Gobierno de Jeanine Añez que produjo un alarmante crecimiento de la deuda interna del 60 % en 2020 con relación al 2019.
Esa situación se explica “por las emisiones brutas de deuda interna realizadas ese año por 31.387 millones de bolivianos, en el mismo periodo, de las cuales la mitad corresponden a créditos de liquidez a corto plazo (un año) que debieron ser honradas por el actual gobierno en 2021, y asegura que se estabilizó u retornar a la senda de sostenibilidad, y el 2021 creció 3 % del Producto Interno Bruto”.
Espinoza estima que la deuda externa está por los 13.000 millones de dólares, mientras otros economistas proyectan que la cifra estaría llegando a los 14.000 millones.
Tanto el Banco Central como el Ministerio de Economía no dieron las cifras oficiales de la deuda externa, ni tampoco de la interna, a la fecha.
Mientras tanto el endeudamiento interno obedece a la situación complicada de los mercados de capitales internacionales, y Bolivia ya habría recibido una penalización de los capitales privados y el interés que paga por la emisión de los anteriores bonos, que subió a una tasa de 8 %, aproximadamente, reflexionó.
Por ejemplo, el Gobierno no pudo emitir bonos el año pasado, y este año renegoció 850 millones de dólares, menor a lo proyectado de 2.000 millones.
El pago promedio de la deuda para este año asciende a 600 millones de dólares, y mensualmente alcanza a 50 dólares, Pero la cifra puede subir a 700 millones el 2023.
Política monetaria
Por otra parte, sobre la aplicación de políticas monetarias convencionales y no convencionales que asegura aplicó el BCB, según su presidente, Espinoza señala que “el Presidente del Banco Central equivoca el denominativo de algunas políticas. El Banco Central no está haciendo política monetaria no convencional, esta continuando con la colocación de bonos, y el navideño apenas representa 35 millones de dólares, en total”.
La medida que aplica el ente emisor va contra la corriente, ya que la economía nacional requiere liquidez.
“El Banco Central recoge liquidez con herramientas convencionales. Queda claro que no está entendiendo el rol de la política monetaria y cuáles son las medidas a tomar”, cuestionó el economista.
Asimismo, señaló que los informes de reservas internacionales, en la comparación que realizan de enero a diciembre no es correcta, ya que debería ser de diciembre a diciembre, y en este periodo la caída llega a 500 millones de dólares.
Sin embargo, la subida del precio del oro mitiga la caída, y representa casi el 70 % de las Reservas hasta finales de 2021.