La Empresa Nacional de Electricidad (ENDE Corporación), a través de su empresa subsidiaria ENDE Transmisión Argentina S.A. (ETASA), retomó en 2021 la construcción del tramo en territorio argentino de la línea eléctrica que forma parte del proyecto «Juana Azurduy de Padilla 132 kV Bolivia-Argentina» y a la fecha registra un avance del 86 %. Esta obra permitirá a Bolivia exportar aproximadamente 120 megavatios de potencia al país vecino, según una nota de prensa del Ministerio de Hidrocarburos y Energía.
Hace unas semanas atrás, se reunieron en Salta, Argentina, el presidente ejecutivo de ENDE Corporación, Marco Escobar, y la secretaria de Minería y Energía de Salta, Flavia Royón, para presentar los avances de este proyecto.
En la oportunidad, la secretaria de Minería y Energía, Flavia Royón, indicó que «están muy honrados con la visita del directorio del ENDE quienes han desarrollado un trabajo impecable en pos de materializar esta obra. Apreciamos todo el esfuerzo volcado a la tarea de este proyecto que permitirá mejorar el bienestar de los habitantes de las zonas comprendidas y dar respuesta a la demanda energética insatisfecha».
Por su parte, Escobar dijo que «es importante retomar las relaciones con el hermano país de Argentina después de la pandemia. Estamos dispuestos a concretar juntos la primera etapa que comprende la línea de transmisión en 132 kV, proyecto que se está haciendo realidad y solamente falta el tendido de la línea en un pequeño tramo en territorio argentino».
El proyecto contempla una línea de 120,4 kilómetros (km) que unirá la Subestación Yaguacua (Bolivia) con la Subestación Tartagal (Argentina); está compuesto por dos tramos, uno en el territorio boliviano y otro en el territorio argentino. La Línea de Transmisión en 132 kV en Bolivia ya fue concluida, mientras que en el lado argentino se construye una obra similar y ya tiene 86 % de avance «73,9 km: un tramo urbano de 7,8 km y otro rural de 66,1 km».