En el marco de la “6ta. Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Foro de Países Exportadores de Gas” (GECF por su sigla en inglés), los representantes de los países miembros de este organismo internacional comprometieron promover el gas como combustible de transición hacia las energías renovables y amigables con el medio ambiente.
También buscan que los miembros de Países Exportadores de Petróleo apoyen el papel fundamental de los contratos de gas a largo plazo, así como el precio basado en la indexación del petróleo y productos petrolíferos para garantizar las inversiones, de acuerdo a conclusiones de la Cumbre.
Bolivia ingresó a la era de contratos cortos, es decir de dos a cinco años, debido a la desconfianza de los compradores, que observan con preocupación las adendas suscritas con Brasil y Argentina.
La caída de la producción de gas en los últimos años, hasta llegar a un poco más de 45 millones de metros cúbicos día en 2021, promovió el plan de exploración o downstream la pasada gestión.
En noviembre de 2021, las autoridades anunciaron que para concretar el plan de exploración de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para el periodo 2021-2025 considera un monto de 1.550 millones de dólares.
En reiteradas oportunidades el exsecretario de Hidrocarburos de la Gobernación de Santa Cruz, José Padilla, señaló que por lo menos cada año la inversión en exploración debería alcanzar a 8.000 millones de dólares, dinero con el que el Estado no cuenta y por ello recomendó acudir a la inversión privada.
Los expertos en el tema, como el analista de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, que en una oportunidad señaló que la normativa actual de los hidrocarburos debería actualizarse para atraer inversiones.
Y hace tiempo Hugo del Granado sostuvo que la nacionalización fue un fracaso, debido a que no priorizó la exploración, solo la explotación, lo que provocó una disminución de la producción y una baja de las reservas.
En la Rendición de Cuentas de Hidrocarburos, las autoridades del sector informaron que la última cuantificación de las reservas en 2018 determinó que Bolivia contaba con 10.7 trillones de pies cúbicos (TCF) de reservas probadas de gas natural, que se calculó tengan una duración de 14.7 años, según una nota de gestion.pe publicada en julio de 2021.
Cumbre
La «6ta. Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Foro de Países Exportadores de Gas (GECF por su sigla en inglés)», que se llevó en la ciudad de Doha, Qatar, y al término se redactó la «Declaración de Doha».
El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina Ortiz, participó en ese evento, y dijo que «la declaración de la cumbre tiene como objetivo incrementar el uso del gas en el mundo y posicionar a este recurso natural como el principal combustible energético de transición, ya que es el carburante fósil menos contaminante».
Los representantes de los países miembros del GECF expresaron en el documento promover el gas natural como una fuente de energía limpia y confiable, y como el combustible elegido para satisfacer las crecientes necesidades energéticas mundiales.
Además, los Estados acordaron reducir la quema de gas y las emisiones de metano y desarrollar tecnologías ecológicas, incluida la captura, utilización y almacenamiento de carbono.
Los países del GECF también pactaron aumentar la participación del gas natural en el transporte marítimo y terrestre, desarrollar infraestructura necesaria para comercializar ese recurso y ampliar la cooperación en tecnologías a través de la investigación con el objetivo de aprovechar las ventajas del gas natural para la producción de hidrógeno y nuevos gases.
La cumbre reunió a representantes de los países miembros Argelia, Bolivia, Egipto, Guinea Ecuatorial, Irán, Libia, Nigeria, Qatar, Rusia, Trinidad y Tobago y Venezuela; y de los Estados observadores Angola, Azerbaiyán, Irak, Malasia, Mozambique, Noruega, Perú y Emiratos Árabes Unidos. El evento se desarrolló bajo el lema «Gas natural: dando forma al futuro energético».
El precio del petróleo subió en el mercado internacional, y por ende el valor del gas, ya que la mayoría de los contratos están indexados al crudo y sus derivados, pero el país no aprovecha la nueva coyuntura internacional por la falta de producción, y es por ello que en la última adenda con Argentina redujo los envíos y congeló el valor.