El gerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, coincidió con los empresarios privados en congelar el aumento debido a que el poder adquisitivo no se perdió, debido al bajo índice de inflación que se registró el 2021.
Los empresarios en su momento indicaron que el aumento salarial debía congelarse en la presente gestión puesto que la inflación no pasó el 1 %, y que más bien se debiera trabajar con el sector público en la sostenibilidad del empleo.
Rodríguez señala que ya indicaron los grandes empresarios, pero también los pequeños, quienes serán los más afectados, y por lo tanto señala que el esfuerzo lo tienen que hacer todos.
Hace unas semanas atrás, la Central Obrera Boliviana (COB) presentó su pliego petitorio al Gobierno, que contiene el aumento salarial, de un 7 % al básico y 10 % al mínimo, planteamiento que ya fue criticado por el sector productivo, que indicaron que el poder adquisitivo no se habría pedido por la baja inflación registrada.
Al respecto, un pronunciamiento de la Cámara Departamental de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) señala que «el sector constructor del país está en pleno proceso de reactivación para alcanzar niveles de actividad que se acerquen a los registrados antes de la pandemia».
«Muchas empresas constructoras enfrentan una situación de iliquidez por las deudas acumuladas del sector público en sus diferentes estamentos, a lo que se suma la escasa inversión del gobierno central, gobernaciones y alcaldías en obras de infraestructura», señalan.
Por ello señalan que un incremento salarial afectará seriamente al sector constructor y a todas las actividades de la economía formal, que aún no se recuperan de la crisis que generó la pandemia y vienen haciendo grandes esfuerzos por mantener las fuentes de empleo que generan. “Significaría un retroceso en la reactivación y un freno a los emprendimientos privados”, lamentan.
El análisis del Centro de Estudios Económicos y Desarrollo (CEED) de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz, muestra que el incremento salarial en los porcentajes que plantea la Central Obrera Boliviana se elevaría hasta el 41,7 % en lo que concierne a las obligaciones de los empresarios, considerando aportes a la Caja de Salud, a la AFP, Pro vivienda, Aporte Patronal Solidario, Provisión Aguinaldo, Provisión Indemnización, y otras.
Adicionalmente, el incremento en el salario mínimo nacional planteado por la COB, automáticamente eleva en otro 23 % las obligaciones de los empresarios, considerando por ejemplo, el bono de antigüedad y los subsidios.
Esos indicadores evidencian que un aumento de salarios resultaría insostenible, imposible de asumir para muchas empresas, que se verían obligadas a reducir drásticamente el número de trabajadores e incluso llegar al extremo de cerrar sus puertas, alertan.
La difícil situación por la que atraviesa el país exige la mayor responsabilidad de autoridades, empresarios y trabajadores para tomar decisiones con la premisa de dinamizar la economía, volver al camino de crecimiento, garantizar la estabilidad laboral y generar nuevos empleos, sostienen.
La Cámara de la Construcción de Santa Cruz sostiene que cualquier incremento salarial debe ser resultado de un análisis técnico y tripartito, de manera que esta decisión que tiene efectos económicos, sea totalmente independiente de los intereses políticos.
Ante ese panorama, los empresarios no están aún en condiciones de incrementos salariales, y menos de un doble aguinaldo, que solo sumaría los costos sociales de las empresas.
Aunque el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, abrió la posibilidad, pero aclaró que dependerá de los datos que presente el Instituto Nacional de Estadística (INE), que será presentado en octubre.
A pesar de las proyecciones del Gobierno, para la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP) no es un «buen momento» hablar del doble aguinaldo ni mucho menos del incremento salarial para esta gestión 2022.
Según el presidente de la FEPLP, Jaime Azcarrunz, el anuncio que hizo el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, respecto a que existe una «probabilidad buena» de que haya doble aguinaldo este 2022 podría no llegar a cumplirse e incluso conflictuar las relaciones obrero-patronales.
«No es un buen momento para hablar ni de dobles aguinaldos ni de incremento salarial. Nosotros hemos manifestado respecto a la posición de los empresarios paceños que preferimos nosotros conservar y preservar el empleo antes que subir sueldos y tener que despedir alguna otra gente», afirmó el ejecutivo en entrevista con radio ERBOL.
Por su parte el presidente de la Cámara Nacional de Industrias, Ibo Blazicevic, aseveró que sería «desastroso» la cancelación de un doble beneficio a fin de año, según reporta radio Fides.