Quién podría imaginar que solo el 30 % de la producción diaria de oro que explotan miles de cooperativas mineras en el norte del departamento de La Paz y el cordón amazónico del territorio es aprovechado, mientras que el restante 70 %, termina en colas de rebalse y lamas en desuso que compran empresas del Perú.
“De 100 gramos de mineral que salen de la mina para luego someterlo a un proceso de amalgama (mezcla con mercurio), solo es posible recuperar 30 %, el restante 70 % se va en las colas (desechos mineros)”, reveló el ingeniero metalurgista Félix Carrillo, durante el desarrollo de un curso de capacitación presencial que impartió la entidad internacional Better Gold Iniciative (BGI), vinculada a la cooperación Suiza en Bolivia, a la Federación de Cooperativas Mineras de La Paz (Fedecomin), para potenciar y ampliar la capacidad técnica que tienen con el fin de implementar prácticas responsables en la producción de oro en Bolivia.
El ministro de Minería y Metalurgia, Ramiro Villavicencio, informó a principios de semana que la producción anual de oro durante la gestión 2019, llegó a 40 toneladas y exportamos el metal precioso por un valor de $us 1.800.000.000.
Este hecho fue catalogado por la Asesora Nacional de BGI en Bolivia, Ilse Beltrán, como un “hecho histórico” en nuestro país.
Pero entonces, ¿cuánto de oro en realidad perdió Bolivia si de esa cantidad de producción solo 30 % fue aprovechado por el Estado?, preguntó entonces a Carrillo Brújula Digital.
“Seguramente el doble, es decir, seguro que producimos más de 40 t, y deberíamos haber exportado por un valor superior a los $us 2.000 MM”, apuntó el experto.
PERÚ
Pero la sorpresa para el Estado no termina aquí. Sucede que las colas de rebalse y lamas en desuso que echan las cooperativas mineras, son apetecidas por empresas mineras que llegan desde el Perú.
“Las colas o ñatas (lamas en desuso) se acumulan y son las mismas empresas peruanas que están comprando estas colas a las cooperativas”, puso el dedo sobre la llaga el vicepresidente de la Federación de Cooperativas Mineras de La Paz (Fecomin), Félix Mamani Martínez.
Según el dirigente minero los peruanos pagan en promedio “$us 400 por volqueta”, es decir, “analizan cuántos gramos de oro tienen las colas de rebalse por tonelada y luego vienen con camiones de alto tonelaje para llevarse oro impregnado en lama desecha”.
¿Qué factores inciden en una significativa pérdida de oro y por lo tanto, de ingresos para las cooperativas y divisas para el Estado?, preguntó Brújula Digital a Carrillo.
“La carencia de tecnología, falta de planificación geológica, pero además, uso indiscriminado y pésima administración de mercurio, contribuyen a desechar oro, cada día en el Estado”, respondió el experto.
Según Beltrán, llegan a 1.700 el número de cooperativas que producen oro en Bolivia.
Un efecto inmediato de esta situación es que el 90 % de la producción total de oro que explota diariamente el país, proviene de las cooperativas.
En este momento no existe ninguna empresa de escala industrial que éste presente en la producción mensual, apuntó.
“Por lo tanto la presencia e importancia que tienen las cooperativas hoy en Bolivia es fundamental para la producción de oro”, acotó.
EXPLOTACIÓN
Para Carrillo, la producción de oro en nuestro país “es improvisada y ciega, ni siguiera solo tuerta, a diferencia de lo que pasa en otras naciones como el Perú o Colombia, donde lograron tecnificar la producción del metal precioso y aprovechar, cada gramo que explotan”.
“Nuestras cooperativas mineras ninguna hace geología, realiza un estudio de ley de los yacimientos que tienen o poseen para explotar oro, en definitiva no les interesa”, dijo Carrillo.
¿Pero en que se traduce está negligencia operacional minera?, volvió a solicitar este medio precisiones al experto en explotación minera.
“Trabajan a ciegas, extraen el mineral de la mina, lo procesa (refinación artesanalmente) y solo a fin de mes conocen si la roca que lograron transformar es rico o pobre de acuerdo a la cantidad de oro que puedan recuperar al término de la fabricación”, respondió.
El mercurio suma problemas de eficiencia y contaminación al medioambiente
Sobre mojado, llovido, señala el adagio popular y eso sucede en la explotación del oro.
A la falta de eficiencia para recuperar el 100 % de la producción de oro, el uso del mercurio suma problemas pues no solo contribuye a la pérdida de miles de gramos del metal precioso, sino, a dañar severamente el medioambiente.
El mercurio se usa para separar y extraer el oro de las rocas o piedras en las que se encuentra.
En ese sentido, el mercurio se adhiere al oro formando una amalgama que facilita su separación de la roca, arena u otro material. Luego se calienta la amalgama para que se evapore el mercurio y quede el oro.
“Sucede que cuando todo el mineral se amalgama en molinos, es decir, la mezcla de oro libre o aluvial con mercurio, se pierde más sustancia con respecto al oro recuperado, que bien podría llegar a ser incluso mayor a un 10 %, y esto explicó porque que existe en el país un elevado consumo de este material en el Estado”, explicó Carrillo.
En conclusión, como las cooperativas utilizan este método para extraer oro, es decir, mezclar la roca con mercurio para extraer el oro, deja como resultado un nivel significativamente bajo de eficiencia para recuperar la mayor cantidad del metal precioso.
Según Mamani, las cooperativas mineras tienen interés en mejorar los métodos de explotación de oro en el Estado.
“En Bolivia, en minería, aún estamos muy atrasados, seguimos utilizando sistemas de hace más de Siglo atrás y lo que esperamos, con asistencia de BGI, es mejorar, asumir otro tipo de experiencias, de métodos que nos permita aprovechar cada gramo de oro”, dijo Mamani.
Para esto, el dirigente considera que tanto la cooperación como el Gobierno deberían trabajar en reformas puntuales a la Ley de Minería.
“En el Perú, por ejemplo, el régimen legal que tienen para las cooperativas es claro, diáfano y preciso, y en Bolivia, al revés”, apuntó. (Brújula Digital)