Ante la situación económica que vive el país con una falta de liquidez, la modificación del tipo de cambio del boliviano con relación al dólar sería una opción; pero esto no es oportuno y no depende tanto del Gobierno sino de la gente, ya que la baja de las reservas internacionales deja sin espacio a las autoridades nacionales, para tomar esta determinación, según opinión de economistas.
Bolivia ya va por el onceavo año de un tipo de cambio congelado. El 2011 empezó a través de una norma, y se fijó para la compra de un dólar a 6,96 bolivianos. Al principio la política apuntaba a estabilizar la economía nacional y no depender de la volatibilidad de la moneda extranjera, pero a lo largo de los años la situación cambió y volvió a la producción nacional menos competitiva en el mercado internacional.
Entre el 2004 y 2006 el tipo de cambio estaba en ocho bolivianos por un dólar, y entre el 2007 hasta el 2010 bajó a 7 bolivianos por moneda extranjera, pero a partir del 2011 se congela en 6,96 bolivianos.
Para el analista económico Gabriel Espinoza modificar el tipo de cambio no traería soluciones, más bien podría generar problemas, y sostiene que a estas alturas los cambios ya no depende del gobierno sino de la gente.
Mientras los empresarios, en su momento, plantearon modificar el tipo de cambio para que la producción nacional pueda competir en el mercado internacional, y bajar el contrabando de artículos de países vecinos.
Espinoza explica que por el momento la gente confía el tipo de cambio fijo a 6,96 bolivianos por un dólar, y por lo tanto no corre a la casa de cambio y no estaría acumulando esta moneda extranjera, y no estaría generando susto en la población.
“Pero eso puede cambiar rápidamente”, advierte al indicar que el Gobierno no tiene herramientas para sostener el tipo de cambio.
Cuando las Reservas Internacionales estaban por encima de los 15.000 millones de dólares, el Gobierno tenía la capacidad de fijar el valor de la moneda extranjera, y frenar la modificación que pudiera surgir de parte de las personas, en el mercado, pero ahora ya no la tiene.
Advierte que las divisas en las Reservas Internacionales apenas llegan a 1.300 millones de dólares, y el total, contando con el oro y otras monedas extranjeras, llegan a menos de 5.000 millones.
Entre tanto, el analista económico de la Fundación Jubileo, René Martínez, calificó como grave error el congelamiento del tipo de cambio, y a la fecha quedó desfasada la medida impuesta desde hace más de 10 años.
La fluctuación de la moneda extranjera protege a las economías, y el tipo de cambio fijo, implementado en Bolivia, abre las puertas para el ingreso de productos de países vecinos.
La modificación del tipo de cambio debería ser gradual, opina y pregunta ¿quién lo va hacer?
Mientras tanto, sugiere que se deberá mantener, ya que algún cambio podría generar inflación, y afectará a la economía nacional.
El economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, coincide con ambos economistas, por separado, al indicar que alguna variación en el tipo de cambio afectará significativamente a la economía.
«El Gobierno no tiene muchos mecanismos de políticas, (para aplicar medidas y cumplir sus) objetivos», reflexionó y agregó que el modelo keinesiano que implementó, de una mayor participación del Estado en la economía, no puede reaccionar a los shocks internacionales.