El número de países dependientes de las exportaciones de productos básicos ha aumentado en el último decenio, de 93 en 2008-2009 a 101 en 2018-2019, según el State of Commodity Dependence 2021, un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) sobre el estado de la dependencia de los productos básicos en el mundo publicado este miércoles.
El valor de las exportaciones mundiales de productos básicos alcanzó los 4.38billones de dólares en 2018-2019 que representa un aumento del 20% aproximadamente en comparación con 2008-2009, como indica el informe.
“La dependencia de los productos básicos tiende a hacer que los países sean más vulnerables a los shocks económicos negativos”, ha declarado Janvier Nkurunziza, jefe de la Subdivisión de Productos Básicos de la UNCTAD.
“Esta puede tener un impacto negativo sobre el valor de las exportaciones, y sobre los ingresos fiscales y así perjudicar el desarrollo económico de un país”, agregó.
La UNCTAD considera que un país depende de las exportaciones de productos básicos cuando los productos básicos representan más del 60% del valor total de sus exportaciones de mercancías.
Bolivia se encuentra en ese contexto, puesto que, en el primer semestre de la presente gestión, las ventas de minerales superaron los 3.000 millones de dólares, los hidrocarburos los 1.300 millones de dólares y los no tradicionales 1.600 millones.
La dependencia sobre los productos básicos persiste en los países en desarrollo, señala el informe.
La mayoría de los países que dependían de las exportaciones de productos básicos en 2008-2009 continuaron siendo dependientes en 2018-2019, según el informe, lo que pone de manifiesto la persistencia de este fenómeno.
Además, la dependencia sobre las exportaciones de productos básicos tiende a afectar principalmente a los países en desarrollo, con 87 de esos países considerados dependientes de las exportaciones de productos básicos en 2018-2019.
De los 101 países dependientes de productos básicos en 2018-2019, 38 dependían de las exportaciones de productos agrícolas, 32 de las exportaciones mineras, y 31 de los combustibles.
La dependencia de las exportaciones de productos básicos en África y Oceanía es especialmente significativa, ya que en más de tres cuartas partes de los países dentro de estas dos regiones las exportaciones de productos básicos representaban más del 70% de los ingresos totales de las exportaciones de mercancías, según el informe.
También es particularmente elevada en Africa Central y Occidental, donde se ubica en 95%. En ambas subregiones, todos los países eran dependientes de las exportaciones de productos básicos en 2018–2019, excepto la República Centroafricana.
En América del Sur, los 12 países de la sub-región tenían un nivel de dependencia de las exportaciones de productos básicos que superaba el umbral del 60% en 2018-2019, y para tres cuartas partes de ellos, la proporción de las exportaciones de productos básicos superaba el 80%.
Asia Central fue la subregión de Asia con el más alto nivel de dependencia de los productos básicos, con una proporción media de las exportaciones de productos básicos en las exportaciones de mercancías de más del 85% en 2018-2019. Los cinco países de la subregión se consideraban dependientes de las exportaciones de productos básicos en 2018-2019.
Perfiles estadísticos
La edición para 2021 del State of Commodity Dependence de la UNCTAD es la quinta edición de esta serie. Incluye panoramas estadísticos y perfiles individuales con información sobre productos básicos para los 195 Estados miembros de la UNCTAD.
Las estadísticas detalladas son esenciales para permitir un análisis exhaustivo de las causas y consecuencias de la dependencia de los productos básicos y contribuir así al debate político sobre las medidas necesarias para abordarla a corto y largo plazo.
El informe estadístico también incluye un conjunto de indicadores sobre la tecnología para cada una de las economías destacadas, que reflejan el tema del el Informe sobre los productos básicos y el desarrollo del 2021, publicado el 7 de julio.
Este último informe invitaba a los países en desarrollo, cuyas economías dependen de los productos básicos, a aumentar su capacidad tecnológica para escapar de la trampa de los productos básicos que deja a la mayoría de sus poblaciones en la pobreza y la vulnerabilidad.
Advirtió que la mayoría de los países corren el riesgo de seguir atrapados en un futuro próximo, a menos que pasen por «un proceso de transformación estructural apoyado por la tecnología».