Juan Antonio Morales, expresidente del Banco Central, fue el jefe de Luis Arce durante los años que el actual presidente de Bolivia trabajó en el instituto emisor, y nunca lo ascendió a un cargo importante.
Fue en 2006 que este oscuro funcionario se convirtió en ministro de economía y tuvo la suerte de estar en ese cargo cuando se produjo el auge de las materias primas provocado por la demanda china.
Pues ahora Juan Antonio Morales está como catedrático, y ha optado por escribir una columna de prensa, que es esperada con ansiedad por quienes quieren conocer la opinión de uno de los mejores economistas de Bolivia.
El título del último artículo es muy expresivo: "¿Hacedor de milagros o comisario de policía?"
Después de criticar que no existan vacunas para los bolivianos, lo que Morales considera que es un descuido muy grave, pasa a analizar lo que está pasando con la economía del país.
Y ahí es implacable. Es implacable sobre todo lo en casi todo lo que ha hecho este segundo gobierno del MAS, que solo se ha dedicado a criticar al gobierno de Jeanine Áñez y no ha reparado en que no le dedicaba tiempo a pensar ni referirse a otro tema.
"Después de los actos teatrales de mostrar al presidente recibiendo vacunas y participando en unas cuantas vacunaciones, se ha tenido el fiasco de la vacunación masiva sin vacunas. Los vacunados no pasan de 4% de la población meta. Las vacunas Sputnik V que se anunciaron con tanta fanfarria llegan, cuando llegan, con cuentagotas. El país se ha enredado en la geopolítica rusa de la vacuna."
Y sigue: "No se tiene un programa coherente de reactivación. Apostar a que ella vendría de las inversiones en empresas públicas es arriesgado. Su desempeño a lo largo del periodo 2011-2018 no fue el más idóneo, como revelan las propias publicaciones del MEFP (Memora de la Economía Boliviana 2018, Cuadro 13A). En cambio, se está estrangulando a la inversión privada con fiscalizaciones impositivas abusivas y reduciendo su acceso a liquidez. La normalización del crédito bancario debería ser un ingrediente esencial de reactivación y no lo está siendo."
Y llega la reprimenda: "El presidente del Estado tiene un mandato mucho más amplio que el de ser un comisario de policía persiguiendo a los opositores. La persecución afecta negativamente a la economía porque destruye el capital social, es decir la confianza. Según los tratadistas de economía institucional, la confianza es un ingrediente esencial del desarrollo económico."
Todo parece indicar que la opinión del catedrático sobre las habilidades del alumno no han cambiado mucho.