“Durante estos seis meses, se ha inyectado a la economía (boliviana) más de $us 1.300 millones por concepto de inversión pública», explicó el viceministro en entrevista con red Patria Nueva.
Guachalla indicó que la inversión pública es una política económica que genera indicadores «muy alentadores» como, por ejemplo, la tasa de desempleo que disminuyó a 7,6% a abril de este año, respecto a julio de 2020, cuando llegó a 12,6%.
«Estamos en una coyuntura de pandemia actualmente; en la gestión 2020, también estábamos en una coyuntura de pandemia. Entonces, ¿qué es lo que ha cambiado?, la orientación de la política económica para garantizar los derechos laborales y para reconstruir la economía», dijo la autoridad.
Las autoridades nacionales apuntan a la economía en desmedro de la salud de la población, según las críticas que se observan en las redes sociales.
Explicó que las áreas en las que principalmente se concentran la disminución del desempleo son comercio y construcción. En esta última, la inversión pública desempeña «un papel importante».
En el período del Gobierno de tránsito, la ejecución de la inversión pública sólo llegó al 25,2%, es decir 1.107 millones de dólares, debido a que priorizaron la atención en salud y equipamiento de los hospitales, ya que la gestión de Morales dejó al sistema sanitario poco preparada para enfrentar la pandemia.
Sin embargo, el gobierno de Luis Arce prioriza la política económica en base a su Modelo Económico Social Comunitario Productivo, que básicamente se basa en la demanda interna y los precios de los commodities en el mercado internacional, y en el cobro de impuestos.
Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, el Programa Fiscal Financiero 2021 estableció una inversión pública de 4.011 millones de dólares para reactivar la demanda interna, fortalecer la industrialización de los recursos naturales, entre otros.