El 2022 llega con desafíos para la actividad privada, ya que la falta de diálogo público-privada, la inseguridad jurídica y presión tributaria empiezan a preocupar al sector empresarial, puesto que no hay señales de mejorar el clima de negocios en el país.
Ante el incremento de las recaudaciones para la próxima gestión en 12,1 %, la falta de diálogo a pesar de las reiteradas oportunidades que hicieron los empresarios y los avasallamientos a predios privados, provocan inseguridad jurídica, que puede alejar inversiones futuras.
El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Ibo Blazicevic, en su evaluación de la economía, realizada la semana pasada, mostró su preocupación sobre el incremento en la recaudación tributaria en 12 % expresada en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2022, ya que se desconoce si la cifra contempla la ampliación de la base de contribuyentes o presión tributaria.
“Evitar los incrementos en las presiones recaudatorias y regulatorias sobre el sector formal de la economía, que podrían deteriorar aún más el clima de inversiones en el país”, recomienda la CNI.
Los industriales también consideran que el manejo de la política económica que plantea la industrialización con sustitución de importaciones, podría llevar adelante la creación de empresas públicas que desplacen a la inversión privada e impulsará una mayor presión recaudatoria sobre los contribuyentes para financiar la inversión pública y aliviar el déficit fiscal.
Por lo tanto, el sector privado podría ser más sobre fiscalizado y sobre normado con fines recaudatorios, advierten.
Los empresarios desde la pasada gestión plantearon a las autoridades nacionales flexibilización en el tema de impuestos para reactivar la economía de las empresas, es decir una disminución del porcentaje del Impuesto al Valor Agregado, pero el planteamiento no tuvo aceptación del Gobierno.
Mientras tanto, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Rolando Kempff, mantiene la esperanza de que la próxima gestión pueda haber un diálogo con el Gobierno para promover el desarrollo económico del país, e implementar la economía 4.0.
También Blazicevic espera que haya un diálogo con las autoridades, pero si no lo hubiera espera que haya garantías y seguridad jurídica para las empresas, además de que mejore el clima de negocios para la inversión nacional e internacional.
Mientras tanto, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Luis Barbery, en declaraciones de la semana pasada, consideró que el diálogo y consenso, no son opciones ni formalismos, sino “recursos necesarios para entendernos entre bolivianos y enfrentar una crisis multidimensional que nos afecta a todos”.
Señaló que su postergación dificulta la búsqueda de soluciones y perjudica directamente a millones de bolivianos, “cuya estabilidad depende de decisiones oportunas y correctas que solo pueden encontrarse mediante acuerdos y consensos”.
Fue enfático en afirma que la exclusión del sector privado en la recuperación productiva, solo conduce a una mayor incertidumbre y desconfianza en desmedro de los intereses de la sociedad.
Los tres líderes empresariales coincidieron, por separado, que el contrabando es uno de los problemas latentes que aún no encuentra solución, ya que el ingreso de productos ilegales y a bajo costo, genera una competencia desigual con los productos nacionales.
Los industriales señalan que el contrabando y la informalidad, se incrementaron a partir de que la situación cambiaria entre Bolivia y sus vecinos. Brasil, Argentina, Chile y Colombia; después de Turquía, han sido las economías cuyas monedas se han devaluado de manera más acelerada durante el 2021.
Esas devaluaciones, impulsadas por los fuertes estímulos monetarios implementados durante la pandemia y la salida de capitales de la región, han abaratado de manera extraordinaria los productos de esos países y, por lo tanto, han generado una situación poco sostenible para la industria nacional.
La vacuna también ingreso en la agenda de los empresarios, y para el próximo año estará presente, ya que la inoculación será vital para volver a una nueva normalidad, mientras tanto la nueva variante del covid-19, ómicron, nuevamente pone en vilo a la economía mundial.
Evaluación
Finalmente, las proyecciones que hacen los empresarios sobre el crecimiento con que terminará este 2021, casi coinciden, por separado, con las anunciadas por los organismos internacionales, pero también señalan que para el próximo año esta bajará.
Los empresarios, mediate un comunicado público presentado por su presidente Luis Barbery, señalaron que al final de la gestión 2021, la recuperación económica es insuficiente y heterogénea; el desempleo se mantiene elevado, el subempleo ha aumentado; las Reservas Internacionales están cayendo de manera sostenida; la inversión se ha contraído y ha crecido la pobreza.
El gobierno fijo un crecimiento de 5,1 % para el 2022, mientras los organismos internacionales bajan a 3,5 %, y para la presente gestión un 4,4 %, aunque las entidades mundiales estiman más de 5 %.