De acuerdo a datos del IBCE, la importación de combustibles y lubricantes en 2020 alcanzó a 605,4 millones, pero obedeció más a la paralización de la actividad económica, debido a las cuarentenas rígidas aplicadas.
Medios locales y nacionales informaron que del 100 % del presupuesto de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), alrededor de 60 % se destinará a la importación de combustibles.
Bolivia se convirtió en los últimos tiempos en un importador de diésel y gasolina; solo el 2019 gastó en la compra de combustibles 1.500 millones de dólares y hasta octubre de la presente gestión la cifra pasa los 1.100 millones, según declaraba, el pasado 8 de diciembre, el gerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez.
El país se convirtió en un fuerte importador de diésel y gasolina, y el 2019 la compra de combustibles casi llegó a los 1.500 millones de dólares, 900 millones y 500 millones, respectivamente, informó.
A octubre, la compra de diésel llegó a 800 millones de dólares y en gasolina alcanzó a 356 millones, por ello es importante la política de sustitución de importación de combustibles por biocombustibles, señaló Rodríguez.
YPFB implementó desde el 2019 una política de sustitución de importaciones de combustibles, con la compra de etanol a los cañeros, a un precio de 0,72 dólares el litro. En este año el volumen anunciado alcanzaba a 150 millones de litros, pero a finales de gestión no pasó los 100 millones, y ahora anunció compra de 160 millones para el 2022.
Datos
Al mes de octubre del 2021, las importaciones bolivianas alcanzaron los 7.424 millones de dólares, siendo 31 % más de lo registrado en el mismo período de la pasada gestión; en tanto que el volumen subió un 32 %.
Más del 60 % de lo importado entre enero y octubre del 2021, fueron suministros industriales, combustibles y lubricantes, y bienes de capital.