El alza del precio del petróleo en el mercado internacional ha provocará que las importaciones de combustibles y lubricantes suban de valor, en especial el diésel y la gasolina, ambos con subvención, lo que implica que el presupuesto destinado aumente, según economistas.
En su transmisión por su cuenta de twitter, el economista y docente de la Universidad Católica Boliviana, Gonzalo Chávez, hizo un análisis del conflicto bélico de Rusia a Ucrania, y señaló que en parte beneficia a los precios del gas que se exporta, aunque no se aprovecha como antes de 2015, cuando la producción alcanzaba a 60 millones de metros cúbicos día (MMmcd) y el valor del crudo estaba por encima de los 100 dólares el barril.
Pero por el otro lado, el presupuesto para la compra de combustibles se incrementará, y una muestra de ello es que el año pasado la cifra casi llegó a los 2.000 millones de dólares, y es posible que la cifra pueda incrementarse en la presente gestión.
Mientras tanto, para bajar la presión al precio del gas y petróleo, Estados Unidos se convirtió en uno de los principales proveedores a Europa, en especial España, y redujo la compra de Rusia.
Datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), en base a información del Instituto Nacional de Estadística (INE), muestra que los recursos destinados para la compra de combustibles y lubricantes en enero de 2022 fue menor a lo registrado en 2021, de 143,6 millones de dólares a 122 millones, así como se observa menos volúmenes de importación.
Según el INE, la importación de combustibles fue en ascenso permanente desde el 2015, aunque con algunas caídas, en 2017 y 2020, ya que la cifra no pasó de los 1.000 millones, mientras entre 2014, 2015, 2016, 2018, 2019 y 2021, el promedio destinado de recursos a la compra estaba entre 1.200 millones de dólares a 2.000 millones.
En entrevista con la Red Uno, el exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, señaló que el veto de Estados Unidos y Gran Bretaña al combustible ruso tendrá un impacto inmediato en Bolivia.
El experto en Hidrocarburos aseguró que el “único paliativo” para el país, ante esa situación, debe ser el uso de la mayor cantidad del etanol en la mezcla con la gasolina, cuyos volúmenes deben llegar a 160 millones de litros en la presente gestión, acordado en noviembre de 2021.
Ríos, coincidió, por separado, con Chávez sobre el impacto negativo para Bolivia, en el balance entre importaciones y exportaciones energéticas; aunque el segundo señala que la minería puede generar más recursos a comparación del gas, y destinarlos a cubrir el déficit del Gobierno.
Producción
Por otra parte, el Gobierno entró de lleno a la suscripción de contratos de corto plazo, que oscilan entre dos a cinco años, debido a la incertidumbre sobre las reservas de gas que posee el país, que en el último informe de 2018 fijaban en 9 TCF (Trillones de pies cúbicos).
De acuerdo a datos oficiales, la producción de gas cerró el 2021 en 45 millones de metros cúbicos (MMmcd), un poco mayor a la de 2020, cuando llegó a 43 MMmcd, pero no es suficiente para cumplir con el contrato a Brasil y Argentina, por ello tuvo que acordar adendas para bajar el volumen de envío al segundo país y no subir el precio, a pesar de que el petróleo ya estaba con precios altos.
El Gobierno anunció que tienen esperanza en el plan que lanzaron de upstream, y una inversión hasta el 2025, de 1.400 millones de dólares, y para este año anunciaron la puesta en marcha de Margarita 10, con 3 MMmcd por día.