La situación actual y sus perspectivas de la Hidrovía Paraguay-Paraná fueron analizadas por un importante grupo de empresarios bolivianos y paraguayos, reunió opiniones sobre los desafíos relacionados a la logística para impulsar el comercio y la competitividad.
Para Fernando Hurtado, presidente de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), es importante analizar las propuestas para reactivar las inversiones en la Hidrovía que une Bolivia con Paraguay y el mundo por medio de la Hidrovía Paraguay-Paraná, con salida directa al Océano Atlántico.
“Según datos del Centro de Estudios Económicos Bolivianos de Cainco, las economías que tienen acceso al mar incrementan en un 1 % su Producto Interno Bruto. No cabe duda que potenciar el comercio internacional es crucial para impulsar la economía del país. Por eso, el Estado necesita trabajar con el sector privado para implementar medidas de apoyo para el fortalecimiento logístico de estas operaciones comerciales”, dijo.
Hidrovía y
competitividad
La Hidrovía Paraguay-Paraná reviste una importancia estratégica para la competitividad y el desarrollo de ambos países. La Hidrovía es una autopista para el comercio exterior y está directamente relacionada con la atracción de inversiones en el desarrollo industrial y en el comercio internacional y servicios, dijo Carlos Gill, presidente de Ferroviaria Oriental S.A. y de Puerto Continental S.A..
Según los datos de Gill, el comercio exterior de Bolivia representa alrededor 10 millones de toneladas, 55 % es carga de importación y 54 % es de exportación. Sin embargo, hay una enorme oportunidad para Bolivia que es incrementar estos volúmenes de carga.
Explicó que de las 4 millones de toneladas 300 son carga que exporta Bolivia, el 67 % se transporta por la cadena logística del Pacífico y el 19 % por la Hidrovía Paraguay-Paraná.
Apuntó que Ferroviaria Oriental S.A. ha desarrollado soluciones estratégicas integrales para brindar el transporte de grandes volúmenes de carga, tal como es el caso de la soya.
Triplicar la
producción
de alimentos
Por su parte, Jorge Arias, presidente de Nutrioil S.A. y de Puerto Jennefer S.A. (en el canal Tamengo), señaló que Bolivia puede triplicar la producción de alimentos en un período breve de tiempo.
“Por ejemplo, en 2013 se produjeron alimentos por 15 millones de toneladas, el 2018 fueron 17,5 millones, en 2019 fueron 19,7 millones y existe el potencial de llegar a 45 millones de toneladas, de las cuales 20 millones serán para el consumo interno y 25 millones para exportación, que deberán salir vía el sistema ferroviario existente”, apuntó.
Con relación a la carga boliviana, el 2019 han sido 11,4 millones de toneladas de las cuales se han canalizado, por el Atlántico, 2,6 millones. Actualmente el movimiento de carga por la Hidrovía representa aproximadamente 100 millones de toneladas al año.
“De los 11,4 millones de toneladas del año 2019, el 58 % es vía fluvial marítima, de esta carga el 68% tiene destino hacia Santa Cruz. Sin embargo, todavía persiste el gran volumen a través del Pacífico. De hecho, está en el 63 % y por el Atlántico tan sólo el 15 %”, apuntó.
Volatilidad
de los fletes
En su intervención, Ricardo Dos Santos, empresario paraguayo y presidente de Terminales Portuarias S.A., dijo que desde el año pasado hay dos situaciones complementarias muy significativas y, al mismo tiempo, absolutamente diferentes a lo que hemos vivido en la última década: la volatilidad en los fletes marítimos y la bajante histórica del río Paraguay-Paraná. Ambas desembocan en sobrecostos inmensos, no previstos en todas las cadenas logísticas”, señaló.
Como ya se sabe, los fletes de Asia a Sudamérica estaban entre 800 y 2.000 dólares. Hoy, fácilmente han subido a 12.000 dólares y con una tendencia a encarecerse, agregó.
Esfuerzo
conjunto
Cristian Cieplik, empresario suizo radicado en Paraguay y presidente de la Asociación Latinoamericana de Supermercados (Alas), afirmó que las circunstancias actuales de la pandemia y de los efectos en las economías de Bolivia y Paraguay “nos deben unir como nunca antes, como países hermanos. Estas circunstancias nos enseñan a salir unidos y trabajando de manera complementaria, así podremos encarar mejor lo que hoy nos está tocando vivir con la diferencia que tiene cada país”.