Un índice superior a 1 asegura que los recursos hidrocarburíferos descubiertos sean mayores a los consumidos en un periodo determinado.
Es decir, si por ejemplo en un año se consumen 1 trillón de pies cúbicos (TCF) y en un plazo similar se encuentran nuevas reservas de 2 TCF, se obtiene un índice positivo de 1, señala una nota de prensa del Ministerio de Hidrocarburos.
Mayta explicó que de los 1.400 millones de dólares, 400 millones se destinarán para la gestión 2022, cifra que duplica la inversión realizada en 2020 durante el gobierno de facto.
Como se recordará en 2021, la cifra del presupuesto de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) pasa los 800 millones de dólares, y se informó que para exploración se destinaría un poco más de 261 millones, menor a la explotación.
“Los resultados del trabajo que venimos desarrollando y que ejecutaremos para reponer reservas e incrementar la producción en 2022 se verán entre 2024 y 2025. Nuestro reto para el siguiente año es encarar un proceso de ajuste y de incorporación de proyectos para reactivar el sector y nuestra visión dará frutos a mediano y largo plazo”, aseveró.
“Toda la planificación que venimos haciendo y que vamos a desarrollar durante el mandato del presidente Arce tiene una meta y es darle estabilidad al sector energético hasta 2050”, concluyó la autoridad.
Mientras tanto los expertos en el tema observan una dejadez de 14 años en el tema de exploración, y más énfasis a gastar los ingresos por la venta del gas que sembraron los gobiernos de turno.
En el programa Modo Avión, de RTP, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina Ortiz, y del presidente ejecutivo de YPFB, Armin Dorgathen, evitaron comentar sobre el mar de gas que anunciaba el ex ministro de hidrocarburos en la gestión de Evo Morales.