Ante la falta de recursos y la imposibilidad de emitir bonos soberanos por más de 3.000 millones de dólares, debido a la coyuntura internacional, el economista y docente de la UTO, Ernesto Bernal, sugiere reducir gasto corriente para la inversión pública.
Como ejemplo, el Gobierno gasta 278 millones de bolivianos al año en refrigerio, y ahora, los 58.000 funcionarios públicos, mediante decreto, deberán destinar sus recursos a la compra de servicios y productos hechos en Bolivia.
Empresarios y el Gobierno no están de ingresar en cuarentenas rígidas por el impacto negativo que tiene en la economía nacional, y por ello los empresarios solicitaron a las autoridades municipales coordinar acciones para enfrentar la tercera ola del covid-19; mientras el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, dijo que los gobiernos subnacionales deben coordinar con el Gobierno central acciones para encarar la pandemia sin afectar a la economía, puesto que una medida como la aplicada el 2020 incidirá negativamente en el país.
El Gobierno implementó el Impuestos a las Grandes Fortunas (IGF), estaba en puertas el impuesto digital, pero fue suspendido por atentar contra la población, sin embargo el Servicio de Impuestos Nacionales y la Aduana Nacional.
Plan
Ante el anuncio de implementar cuarentena en la ciudad de Cochabamba, la semana pasada, el presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), Luis Laredo, emplazó a las autoridades nacionales, departamentales y municipales a diseñar de manera conjunta un plan de reactivación económica.
“Hoy se debe pensar en establecer políticas públicas sanitarias que afrontan los serios problemas del Sistema de Salud Público y de Seguridad Social, cuya obligación es velar por la salud y bienestar de los trabajadores que hoy se encuentran desprotegidos por el pésimo servicio que brindan”, sostuvo Laredo.
“Enfrentamos una aguda crisis económica por efecto de la contracción en la demanda, incremento del contrabando, y la presión tributaria excesiva. Esta situación ha ido debilitando de manera peligrosa al aparato productivo formal”, lamentó.
Recordó que, en 2020, el aparato productivo y de servicios de la región sufrió una afectación económica de 1.500 millones de bolivianos, durante 110 días de la cuarentena y emergencia sanitaria más rígida.
Asimismo, advirtió que una cuarentena rígida en 2021 además provocará que el 40 % del empleo formal sea comprometido por el incumplimiento de contratos y solo el 18 % de las empresas formalmente establecidas funcionen.
La Paz también ingresará en una cuarentena flexible, con restricción de algunas actividades, todo para evitar el contagio del covid-19.
OPCIONES
Ante ese panorama adverso de la economía, al Gobierno le quedan dos opciones para inyectar liquidez a la economía, una prestamos externos o reducción de gastos, y destinarlos a la inversión pública.
Bernal sostiene que se debe reducir gastos y hay que reactivar economía, pero cargar con más impuestos la gente puede ralentizar la economía y perjudicar la reactivación.
Apunta que se debe reducir gastos administrativos en partidas de sueldos y salarios, y en algunos ministerios con presupuestos altos, y llevarlos a la inversión de proyectos más factibles.
“Se debe invertir en la gente”, dijo a tiempo de señalar que la microeconomía está muy golpeada, ya que los empresarios sienten que el dinamismo del mercado no se siente, y que la demanda de productos no colma las expectativas del aparato productivo.
Presupuesto
Queda claro que para este 2021 el presupuesto se redujo de las. Ya que sólo recibirán 5.710 millones de bolivianos, un 13 % menos que el año pasado cuando fueron 6.574 millones. Tarija, Santa Cruz y La Paz concentran el 59 % de los recursos del país.
Pero deberán destinar también a la inversión público, sin embargo, pasada las elecciones, las nuevas autoridades deberán cumplir con sus simpatizantes para brindarles empleo en los gobiernos subnacionales; el panorama está complicado.