«Resaltar que entre enero y octubre de este año la exportación de textiles y prendas de vestir llegó a 21,77 millones de dólares, bastante superior a lo generado en 2020, cuando se exportó 18 millones de dólares; 16 % más. También hemos incrementado los volúmenes de exportación, llegando a las 3.171 toneladas, un 7,5 % más en comparación al 2020», destacó la autoridad en declaraciones a ABI.
Indicó que los principales mercados son Estados Unidos, con el 38 % del total de las exportaciones; países del Mercosur, 29 %; Comunidad Andina, 12 %; Unión Europea, 10 %; y Chile con el 5 %.
«En el caso de la Unión Europea se trata de pelos finos de vicuña, alpaca, llama, entre otros, que son productos altamente demandados y con buenos precios en el mercado internacional. Nuestra producción textil precisamente se caracteriza por eso, por ser de pelos finos que tienen un mercado de alto poder adquisitivo en el exterior», apuntó Blanco.
Según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), al primer semestre de 2021, las exportaciones de confecciones textiles aumentaron un 84 % en valor y 122 % en volumen, respecto a igual período de la gestión anterior.
Contrabando
Por otra parte, Blanco lamentó que el talento y la manufactura boliviana se vean gravemente afectados por el contrabando de prendas de vestir y la internación de ropa usada, proveniente específicamente de Estados Unidos y China.
«El contrabando de ropa genera un efecto adverso para los productores de nuestro país, esta actividad se ha vuelto, en este último tiempo, un ilícito, siendo severamente perseguido por la Aduana Nacional. Este contrabando se genera particularmente en Chile, es ropa que viene desde Iquique y en su mayoría ingresa por vías no autorizadas a nuestro país», explicó la autoridad.
Mencionó que el Estado boliviano cobra un arancel de importación de textiles del 40 %, el más alto en la región, sin embargo, los comerciantes buscan las formas de evadir los controles para internar la mercadería por medios alternos e ilegales.
De acuerdo con datos de la Aduana Nacional, entre enero y octubre de este año, se comisó 765 toneladas de ropa usada, cuyo valor asciende a los 13,5 millones de bolivianos, generando una afectación económica y competencia desleal a la industria local.
Ante ese panorama, el viceministro mencionó que se viene trabajando con el vecino país de Chile para lograr que se asuman medidas de control en el propio territorio chileno, y que no sea posible comercializar ropa usada en el propio puerto de Iquique.