Para el gerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, la reactivación está en curso, aunque será difícil, penosa, azarosa, considerando que en 2020 el país cayó en sus indicadores macroeconómicos.
Sostiene que las cifras que presentó el Gobierno son oficiales y por lo tanto hay que creer, en lo que se refiere a la inversión pública, el aumento en la recaudación tributaria, porque hay sectores que se están recuperando, como la minería, hidrocarburos, comercio e industria manufacturera.
Además, aclara que la comparación con un año difícil, como lo fue en 2020, cuando la economía cayó más del 8%, es complicado.
Asimismo, indicó que los crecimientos registrados a abril de la presente gestión en la minería, construcción, hidrocarburos, comercio y la industria manufacturera, se destacan, y la comparación con el 2020, en donde hubo caídas de 5% hasta 30%, es difícil debido la situación que vivió el país con la pandemia.
A pesar de esa reflexión, Rodríguez señala que la recuperación es real en “base a un efecto” rebote, y por el buen momento del comercio internacional.
Pero puso énfasis en el sector exportador de productos no tradicionales. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las exportaciones en general están en su mejor momento después de siete años, pero las ventas no tradicionales ya llevan 1.000 millones de dólares hasta mayo.
“Nunca se logró el volumen de exportación de productos no tradicionales, pero fue bajo el influjo de productos agroproductivos, madereros y forestales, y no por efecto rebote.
DATOS
Mediante su cuenta de twitter, el economista Gabriel Espinoza observa que al 20 de julio, el Ministro ha presentado el mismo dato de crecimiento mostrado el 25 de mayo, que, dicho sea de paso, no está publicado en el INE (el último dato disponible es de noviembre del 2020).
“En otras palabras: no hay información nueva, ni para la ciudadanía en general ni (al parecer) para las autoridades, a casi tres meses del último dato disponible para ellas (y ocho para el público en general). Así es imposible hacer política pública. Eso necesita una explicación”, cuestiona el profesional en su cuenta de twitter.
También sostiene que “algunos datos mostrados son incoherentes o, peor aún, desalentadores. Un ejemplo: respecto al 2020 han duplicado la inversión pública, sin embargo, el ritmo de crecimiento es apenas equivalente a un rebote estadístico”.
Opina que lo que muestra el Ministro valida la critica que ya se hacía desde el 2013 inclusive: ese famoso modelo de crecimiento basado en el impulso público ya está agotado. A eso súmenle la necesidad de recursos que tiene el modelo (que solo podrán venir de más impuestos).
Asimismo, Espinoza sostiene en su cuenta de twitter que mientras que el Gobierno destina 2.000 millones de bolivianos al apoyo a la inversión pública, los recursos destinados al sector privado sólo llegan a 150 millones, y recuerda que la reprogramación de créditos es un esfuerzo netamente privado.
También observó sobre el dato que dio el Ministro sobre el apoyo a la pandemia. “Sobre el esfuerzo ante la pandemia: con bloqueo legislativo, el gobierno anterior destinó 699 millones de dólares, mientras que el actual gobierno destinó hasta ahora 1.612 millones, a pesar de haber recibido créditos externos entre diciembre de 2020 y febrero de 2021 por más de 1.050 millones”, apunta.
Finalmente, algo de forma, pero relevante para los jóvenes estudiantes, como ejemplo de error básico y grosero en la comparación. Si se muestra datos a abril, se muestra las cifras de cada año al mismo mes, para poder ver la verdadera evolución, cuestiona.
Además, Espinoza señala que no se ha dicho nada de las Reservas Internacionales Netas (RIN), del estado de las economías regionales y de la micro. Tres elementos sumamente importantes.
Entre tanto, Montenegro en entrevistas con medios televisivos, reitera que las medidas implementadas apuntan a la reactivación de la economía.