La autoridad destacó la fortaleza y solidez del sistema financiero boliviano, así como el esfuerzo de la población por honrar sus obligaciones y el buen desempeño de las entidades financieras.
De acuerdo a los datos presentados, los depósitos y créditos del sistema financiero se incrementaron en 6,9% y 4,12%, respectivamente, además de reflejar la buena confianza de la población en el sistema financiero.
Los depósitos del público finalizaron la gestión con 211.084 millones de bolivianos, superior en 6,9% al monto alcanzado en similar periodo de 2020, cuando se registró 197.521 millones de bolivianos; por su parte, la cartera de créditos creció en 4,12%, pasando de 191.496 millones de bolivianos en 2020 a 199.380 millones de bolivianos en 2021.
En el periodo anual previo, la evolución de la cartera diferida refleja un decremento de 41%, bajando de 20.059 millones de bolivianos en diciembre de 2020 a 11.862 millones de bolivianos en 2021, comportamiento que muestra que el mecanismo de refinanciamiento y/o reprogramación fue exitoso, ya que está permite que gran parte de los prestatarios, que habían sido afectados por la pandemia, vayan retomando el pago de sus créditos conforme sus actividades económicas se van normalizando.
A nivel de montos de la cartera de créditos del sistema financiero, la cartera diferida es pequeña en comparación con el importe total (5,9%), por lo que no genera riesgos importantes para la estabilidad y solidez del sistema financiero.
El índice de mora registrado a la conclusión el año 2021 llegó a 1,56%, inferior al índice que se observa en la región, el cual en promedio es de 3,02%, porcentaje que indica buena calidad de la cartera de créditos y el pronto retorno a la normalidad de las actividades económicas.
Un aspecto muy importante para relievar es que la brecha entre los depósitos y la cartera de créditos asciende a 11.704 millones de bolivianos, que contrasta con las cifras observadas en la gestión 2020, cuando incluso se llegó a registrar un saldo negativo de 7.027 millones de bolivianos.
Ese hecho en gran medida fortalece la liquidez del sistema financiero, y constituye evidencia objetiva de que la liquidez es adecuada, porque no solamente es una especie de garantía para que las entidades puedan atender sin mayores inconvenientes la demanda de recursos de sus ahorristas, sino que podrán acompañar positivamente la expansión del crédito.
Respecto a las utilidades que generaron las entidades de intermediación financiera durante la gestión 2021, los datos oficiales muestran que las utilidades ascienden a un valor de 1.541 millones de bolivianos, mayor en 60% a los 960 millones de bolivianos obtenidos en el periodo 2020, a pesar de que parte de los ingresos de las entidades está siendo postergada en su recepción debido a la vigencia de las medidas de diferimiento y de reprogramación y refinanciamiento, aplicadas con la finalidad de aliviar su carga financiera a miles de prestatarios que no podían cumplir con el pago de sus créditos.
Finalmente, otro dato para destacar es que en la gestión 2021, se ha favorecido a 33 nuevos municipios para el acceso al sistema financiero, a través de diversas modalidades de puntos de atención financiera, con lo cual se mejoró la cobertura geográfica de servicios financieros en el país; de esta manera, de los 339 municipios existentes en Bolivia, 276 cuentan ya con cobertura de servicios financieros.