La pandemia provocó la aplicación de cuarentenas rígidas en 2020, los meses de marzo, abril y mayo, y ya en junio se flexibilizó la medida, y en los meses siguientes también. La aplicación de la restricción disminuyó la actividad económica, y pocas industrias operaron, a excepción de la alimentaria.
A pesar de que la pandemia continúa, ya no se aplica restricciones rígidas, pero en criterio de la industria paceña, el sector productivo está amenazado por la segunda pandemia, el contrabando.
El presidente de la Cámara Departamental de Industria de La Paz (Cadinpaz), Pablo Camacho, dijo que el contrabando rebasa los controles en las fronteras, y por ello invocó la participación del Gobierno, para que sea promotor y aliado para combatir al comercio ilegal y salir de la crisis.
Dijo que la industria paceña registró una contracción de 10 % en la pasada gestión, y que en lo que va del año, a abril, se registró el cierre de 800 empresas, y se estima que 100 unidades productivas cierran cada día.
En su momento, dijo que el contrabando mueve 3.000 millones de dólares anuales y la lucha contra este comercio ilícito por parte de las entidades encargadas, es un pequeño esfuerzo.
Desde hace semanas, todos los sectores productivos han reportado pérdidas por el ingreso de productos de dudosa procedencia, que no sólo afecta a las industrias alimenticias, sino también pone en riesgo la salud de la población boliviana.