El contrabando de productos agropecuarios se desborda, provocando emergencia en el aparato productivo nacional, debido al impacto sobre el empleo, las empresas y al erario nacional; además, amenaza con cerrar emprendimientos productivos y aumentar el desempleo a nivel nacional. Los representantes del sector productivo sostienen que la lucha es insuficiente contra el ingreso de productos ilegales, debido a la devaluación de sus monedas de países vecinos.
El ingreso de mercadería de contrabando al mercado nacional perjudica al Estado, trabajadores y a empresas nacionales del sector, que abastecen d materia prima a nivel nacional, dijo el presidente de la Asociación Departamental de Porcicultores de Santa Cruz (Adepor), Jorge Méndez.
“Si nosotros ingresamos mortadela en la cantidad de 1.000 kilos de Brasil, Argentina o Chile, y consumimos en el país, damos trabajo a obreros del exterior, y perjudicamos a los nuestros”, apuntó e indicó que se perjudica a las empresas que proveen cerdo para la elaboración de mortadela.
Informó que desde empezó la pandemia a la fecha, 20 % de las granjas desaparecieron del mercado departamental, y con ello las fuentes de trabajo, y las familias se quedan sin ingresos económicos.
Desequilibrios
económicos
Los desequilibrios económicos generan precios bajos de los productos de países vecinos, debido a la devaluación que hacen constantemente, y ha convertido al país como el más caro de la región, reflexionó Méndez.
La devaluación de sus monedas hace que sus productos sean baratos, pero destrozan el aparato productivo del país; el contrabando provoca desempleo, pobreza y la desaparición de empresas.
Mediante un ejercicio, Méndez explicó que aproximadamente 1,7 millones de bolivianos es el perjuicio que provoca el ingreso de cerdo y sus derivados al mercado nacional, y se estima que el desempleo bordea un 20 % en el sector.
Entretanto, el Estado también se ve afectado porque no puede percibir tributos. Explicó que el costo de un kilo de cerdo, aproximadamente, es 1 dólar, y por 1.000 kilos se genera similar cifra en dinero, y esta cantidad deja de venderse en el país, y el Estado deja de percibir 30 % de estos recursos.
Es por ello que plantea que la solución va por la creación de políticas de Estado para frenar el ingreso de productos vía contrabando.
“El contrabando es una actividad sin control y descontrolada. Pedimos al Gobierno políticas globales, integrales de Estado; sino hay políticas de Estado será difícil controlar” el ingreso de productos ilegales al país, señaló.
Avícola
Asimismo, el ingreso de pollos BB y de pollo terminado desde Perú y Argentina vía contrabando provoca pérdidas al sector avícola, y también a la salud de la población, ya que los productos no cuentan con registro sanitario, informó el presidente de la Asociación de Avicultores de Santa Cruz (ADA), Omar Castro.
Señaló que esos productos que ingresan al país de contrabando, no cuentan con el Registro Sanitario del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), e incumplen la normativa sanitaria vigente.
“Esta situación es altamente preocupante ya que atenta directamente contra el estatus sanitario del país, echando por la borda el avance logrado hasta ahora dentro del programa de control y erradicación de Newcastle, con miras a la exportación”, resaltó Castro.
El contrabando de productos avícolas está ocasionando un gran daño económico al productor primario ya que el precio del pollo es muy sensible a variaciones que sufra cualquiera de los eslabones de la cadena avícola.
“A este ritmo, terminaremos viendo el cierre de cientos de unidades productivas, y las primeras en llegar a esta situación serán las más pequeñas, eso implica que miles de personas que se dedican de forma directa a la producción avícola se queden sin su fuente de subsistencia”, puntualizó el titular de ADA.
Los avicultores hicieron un llamado a las autoridades para luchar de manera frontal contra este delito, a través de operativos reales y sanciones ejemplares para evitar que esta práctica ilegal siga causando tanto daño a este sector que trabaja arduamente para garantizar la seguridad alimentaria del país.
Pidieron que la Aduana Nacional y el COA (Control Operativo Aduanero) cumplan con sus funciones en la frontera, refuercen y redoblen su trabajo, y que el Senasag actúe inmediatamente dentro del país, decomisando y eliminando el pollito BB de contrabando alojado en las granjas, así como también el pollo terminado que se encuentre en los mercados.
Por su parte, el vicepresidente de ADA, Óscar Daza, afirmó que el contrabando no solo genera grandes pérdidas económicas al Estado, sino que genera una competencia desleal para los avicultores, pues estos productos ingresan con bajo precio debido a que no pagan impuestos. Además, dijo que esta práctica ilegal mata los empleos formarles del país y desincentiva la producción nacional.
“Además de competir con los productos de contrabando, venimos produciendo con freno de mano porque tenemos restricciones para las exportaciones y no tenemos acceso a la biotecnología, sin embargo, todos estos productos que ingresan de contrabando son de países que hace muchos años vienen empleando la biotecnología”, subrayó Daza.
APORTE DEL SECTOR A LA ECONOMÍA DEL PAÍS
El sector avícola aporta más de 1.000 millones de dólares y representa el 3 % del Producto Interno Bruto Nacional (PIB); produce más de 800.000 toneladas de alimento, entre carne de pollo y huevo, y genera a nivel nacional más de 180.000 empleos directos e indirectos. ADA Santa Cruz representa el 45% de la producción de pollo parrillero a nivel nacional y el 70 % a nivel departamental.
El consumo interno de carne de pollo y huevo se encuentra en franco crecimiento y esto se debe principalmente a que son las proteínas animales de menor costo con relación a otras. Dada la situación económica que atraviesa el país debido a la pandemia del Covid-19, estos alimentos se convierten en aliados para las familias bolivianas.
El consumo per cápita anual de carne de pollo es de 43 kilogramos, uno de los más altos de Latinoamérica, mientras que la ingesta de huevo por persona al año no alcanza ni la media latinoamericana (280) y más bien se encuentra entre los más bajos: 183 huevos per cápita.
COMERCIO ILEGAL MUEVE MILLONES
En su momento, el presidente de la Cámara Departamental de Industrias de La Paz (Candipaz), Pablo Camacho, en conferencia de prensa, dijo que el contrabando mueve anualmente 3.000 millones de dólares.
Pero también esa actividad ilícita tiene su impacto negativo al Estado, ya que deja de percibir 600 millones de dólares, señaló Camacho en Radio Compañera.
Ya planteó en su momento municipalizar la lucha contra el contrabando, ya que una vez que pasa la frontera, los productos ilegales se comercializan en los mercados del país.
Hace un par de días, el presidente de la Federación de Productores de Leche de Santa Cruz, Mauricio Serrate, informó que el contrabando provoca pérdidas de más de 100 millones de bolivianos, cifra que el país deja de vender en el mercado interno por el ingreso de productos ilegales.