El conflicto de Rusia con Ucrania impulsó al alza los precios de las materias primas en el mercado mundial, situación que puede aprovechar la economía nacional a través de la exportación, pero también el déficit puede aumentar, debido a una mayor designación de recursos para la importación de combustibles.

El presupuesto destinado a la importación de combustibles se fijó en alrededor de 700 millones de dólares para la presente gestión, pero el 2021 la suma alcanzó a 2.100 millones.

Los incrementos del barril del petróleo presionarán sobre el déficit fiscal, ya que el buen momento por el que pasa el crudo no se reflejará en mayores ingresos por la venta de gas, debido a la baja producción y el congelamiento del valor con Argentina, y a las modificaciones de las fórmulas de compra y venta.

El analista económico Gabriel Espinoza recuerda que el Presupuesto General del Estado (PGE) 2022 fue criticado por subestimar el valor del petróleo y fijarlo en 50,47 dólares el barril del crudo, cuando el 2021 estaba en promedio 70, y esta proyección tendrá dificultades en los recursos destinados a subvencionar los combustibles.

El presupuesto destinado para la presente gestión alcanza a 700 millones de dólares para los combustibles, pero en 2021 cerró con 2.100 millones, y es probable termine la presente gestión con una subvención alta, alertó.

Calificó como un despropósito la aprobación del PGE 2002 con el valor del crudo fijado, sabiendo que en el mercado internacional el valor estaba por encima de la proyección.

Explicó que en el fondo el manejo de los datos tenía la misión de cubrir un déficit fiscal alto, y también para mostar una subvención pequeña a los hidrocarburos, y de esta forma decir a los municipios que la renta para los gobiernos subnacionales iba a ser baja por concepto del Impuesto Directo a los Hidrocarburos.

“Obligas a los municipios a tener presupuestos pequeños. El control de caja, ajuste, lo tiene a través del ajuste. Obviamente nunca te lo van a decir”, sostiene Espinoza.

Por su parte, el analista económico de la Fundación Jubileo, René Martínez, en su evaluación del PGE 2022, se refirió a que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania puede favorecer a las exportaciones nacionales de gas, pero por los bajos volúmenes de producción y de envió, así como con las modificaciones en la fórmula de compra y venta del energético, lo ingresos serán reducidos.

El economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, sostiene que el conflicto Rusia-Ucrania afecta a la economía mundial, Latinoamericana y obviamente a Bolivia, por el comportamiento volátil de las bolsas de valores.

Es evidente la subida de los precios de commodities, petróleo y minerales, así como de los alimentos, dijo el profesional y agregó que se deberá observar el comportamiento que tendrá en la semana.

Pero también las sanciones a Rusia por parte de las economías desarrolladas, encarecerán el maíz y el trigo, ya que es uno de los principales productores a nivel mundial, y por lo tanto subirán en el mercado internacional, coinciden, por separado, Bernal y Espinoza.

Espinoza sostiene que los embargos impuestos a Rusia seguramente provocarán déficits de varios granos, y por lo tanto el precio se disparará, y los países con capacidad de sustituir la oferta rusa se podrían beneficiar.

En el caso de Bolivia, la agroindustria boliviana puede generar ingresos importantes por el aumento de los alimentos en el mercado internacional, también correrá la misma suerte los minerales, puesto que el mundo giró a refugiarse en los commodities, por el aumento del valor.

Sin embargo, el titular de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo), Fidel Flores, informó que los precios de la soya pasan por un buen momento, pero las restricciones a la exportación reducen la oferta al mercado internacional.

Por otro lado, el valor del trigo podría incrementar y las importaciones serán más caras, debido al conflicto de Rusia y Ucrania, señaló el gerente general de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Marcelo Olguín, al diario Opinión.

«En lo que respecta a alimentos, Rusia y Ucrania son grandes productores de alimentos, principalmente de trigo y maíz. Son dos de los productos que se ha estado moviendo más en los precios internacionales. En el trigo no tenemos una autosuficiencia. Hemos venido en las gestiones pasadas importando trigo de Argentina, en un momento de Canadá, de Estados Unidos (…). Es muy probable que con este incremento de precios internacionales nos suponga mayor utilización de recursos», alertó Olguín.