Ese hecho se constituye en un voto de confianza de los países accionistas de la institución en torno a la propuesta de valor presentada por la administración para convertir al organismo multilateral en el Banco de la reactivación económica y en el Banco Verde de América Latina y el Caribe, en esta próxima década.
En los últimos 30 años, CAF ha incrementado el tamaño de su cartera cerca de 50 veces y se ha convertido en un importante aliado y socio estratégico para el desarrollo de América Latina y el Caribe. Con este nuevo aporte de capital, la institución podrá duplicar su cartera a 2030.
“Este fortalecimiento patrimonial es un gran logro del consenso entre latinoamericanos y caribeños. Estamos unidos para impulsar una institución que se encuentra decididamente comprometida con la reactivación económica de nuestros países y con el bienestar de su gente. Este es el mayor aporte de capital de la historia de nuestro banco y, el hecho que se lleve a cabo en el momento complejo que vivimos como producto de la pandemia global, es una gran muestra de la apuesta de nuestros países por uno de sus principales activos para el desarrollo. Agradezco el respaldo del Directorio y reitero la decisión de CAF de ser un banco ágil, enfocado en los latinoamericanos y caribeños”, aseguró Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de la institución.
La agenda propuesta por CAF para apoyar la reactivación y desarrollo de sus países accionistas, reforzada con este aumento de capital, se enfocará en los siguientes ámbitos de acción: el financiamiento de programas y proyectos de inversión públicos y privados; la movilización de recursos de terceros y la reorientación de su financiamiento al sector privado; el apoyo presupuestario de manera contracíclica; la gestión de conocimiento y asistencia técnica; la adopción de una agenda de transformación digital y el fortalecimiento del enfoque de género, diversidad e inclusión.
De la misma manera, para transformarse en el Banco Verde de América Latina, CAF destinará 25.000 millones de dólares durante los próximos cinco años para operaciones que ayuden a los países de la región a incrementar la resiliencia climática, promover la transición energética, lograr un crecimiento bajo en emisiones de gases de efecto invernadero y fortalecer la conservación de los ecosistemas naturales y la biodiversidad.
De esta manera, el financiamiento verde de la institución pasará del 24% en 2020 al 40% en 2026, y todas sus operaciones estarán alineadas con los objetivos del Acuerdo de París.