Bolivia mejoró sus ventas en 2021, y logró un superávit comercial, de la mano de los commodities y de los productos no tradicionales, en especial agropecuarios, pero todavía tiene muchos desafíos a cumplir, puesto que las políticas aplicadas por la actual Administración del Estado todavía no son claras, debido a las restricciones que aplica y la falta de nuevos mercados, y los empresarios piden mayor facilitación para mejorar las exportaciones y aprovechar el buen momento internacional
Pero una de las observaciones realizadas por el sector privado se refiere al transporte, manejada por el terrestre, pero sin dar oportunidad al ferrocarril, ni en el marco del Tratado de Paz y Amistad, que puede mejorar la competitividad de los productos nacionales en el mercado internacional, referido a la ruta Arica-Viacha.
Bolivia es uno de los países más rezagados por la ausencia de condiciones que faciliten el intercambio comercial, según el reporte de economía y desarrollo Caminos para la Integración, elaborado por el Banco para el Desarrollo de América Latina (CAF), que fue presentado en noviembre en la Ciudad de Panamá.
En la presentación, los expositores observaron que muchos bloques económicos creados, sin un beneficio claro para la región y los países, sino simplemente ideológico, y ahí se mencionó al ALBA.
A finales de diciembre de 2021, el presidente de la Cámara Nacional de Despachantes de Aduana (CNDA), Antonio Rocha, hizo una evaluación de fin de año, y en las conclusiones solicitó incluir al sector privado en el Comité Nacional de Facilitación del Comercio.
También mencionó que debería avanzarse en el sistema arancelario, con el objetivo de facilitar el comercio electrónico, y paralelamente una reforma de la Aduana que facilite el comercio exterior.
Así como una actualización de todo los requisitos y regulaciones que exige cada partida arancelaria.
En su introducción lamentó el rezago permanente en la devolución de los certificados de Devolución Impositiva (Cedims), pero también, al igual que los empresarios y la industria nacional, se refirió al contrabando, y el daño que provoca a la producción nacional.
Dio como dato que de cada 10.000 dólares que ingresa al país vía contrabando, se pierde un empleo formal, y calculaba que el comercio ilegal esta entre 1.500 a 1.800 millones de dólares, y que por tema de recaudación la Aduana pierde 450 millones anuales.
Rocha guarda la esperanza de que la institucionalidad se recupere en el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentarias (Senasag), en la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnologías (Agemed), Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGCA), entre otros.
Reporte
En los índices de facilitación del comercio, Bolivia se ubica en los más bajos, así lo refleja el reporte, cuando indica que los países andinos como Ecuador y Bolivia tienen los peores indicadores promedios.
El coutor del reporte, Pablo Sanguinetti señaló que «Bolivia presenta los costos internacionales más costosos, ya que carece de salida a un puerto, tiene geografía complicada con los vecinos, etc.»
Pero la iniciativa privada de impulsar Puerto Busch, es destacada por Sanguinetti, ya que ofrece una alternativa a los del Pacífico, Arica, Iquique, en Chile, así como de Ilo, Matarani, en Perú.
La CAF, banco de desarrollo, señala en su diagnóstico del Reporte de Economía y Desarrollo 2021 de CAF, titulado: “Caminos para la integración: Facilitación del Comercio, Infraestructura y Cadenas Globales de Valor”, que el intercambio comercial intrarregional se mantuvo estancado, a pesar del aumento de las inversiones y el comercio en la región.
Los acuerdos no generaron aumentos significativos y sostenidos en el intercambio intrarregional. Este se mantiene en torno al 15 % del total de las exportaciones desde mediados de la década de los noventa, con escasa variación a lo largo del tiempo, según el Reporte.En contraste, en Europa el comercio intrarregional tiene valores cercanos al 60 % del total, mientras que en América del Norte llega al 45 % y en el Este y Sudeste de Asia al 35 %.
“Estos resultados no tan alentadores se explican en parte porque el mercado regional todavía no ha sido un espacio que las empresas, sobre todo las medianas y pequeñas, hayan podido aprovechar para integrarse comercial y productivamente, y que ello brinde oportunidades de expansión de sus ventas y el empleo. Las razones de estas fallas se deben al avance incompleto en varias de las políticas de liberalización comercial”, afirmó Pablo Sanguinetti, vicepresidente de Conocimiento de CAF, en su exposición, en noviembre pasado.
Propuesta
El RED2021 propone una reingeniería de tres pilares en los caminos para la integración de América Latina y el Caribe. El primero es la reducción de los niveles de aranceles aplicados unilateralmente, que en algunos casos son todavía altos (notablemente en la Caricom y el Mercosur); al igual que la disminución de los costos aduaneros y de frontera a través de iniciativas de facilitación de comercio.
El segundo consiste en proveer la infraestructura de transporte necesaria para mejorar la integración física entre los países, incluyendo aquella que favorece la integración energética; y el tercero se refiere a las regulaciones domésticas y regionales que impulsen la integración productiva entre las economías, promoviendo la participación de las empresas en cadenas regionales de valor.
La facilitación del comercio comprende la simplificación, estandarización, digitalización y armonización de los distintos procedimientos y trámites que se requieren para realizar una operación de comercio exterior y que inciden en el costo final para el consumidor.
Mientras que los trámites en frontera toman entre 80 y 100 horas en América Latina y el Caribe (similar a lo observado en Asia), los tiempos se reducen a menos de 10 horas en América del Norte y la Unión Europea.