A pesar del incremento de la inversión pública, el aumento de recursos a empresas estatales y una mayor asignación de presupuesto a la inversión pública y al gasto corriente, la situación de la economía del país en 2022 no cambiará respecto a la presente gestión y se prevé una baja del crecimiento. Analistas económicos apuntan a que recién se inicie el despegue el 2023; pero a una tasa similar a la del 2019.
El consultor privado en temas hidrocarubríferos y económicos, Mauricio Medinaceli, señala, en su twiter, que en 2021 el crecimiento podría llegar a 4,7 %, en 2022 a 3,5 % y el 2023 a 3 %.
Medinaceli también señala que nuevamente los gastos del Estado fueron mayores a sus ingresos, (…) y para controlar ello la inversión pública disminuyó bastante; pero no así el gasto corriente.
Aunque el gobierno rechazó que haya aumentado el gasto corriente, sino más bien destacó la inversión pública que realizará el próximo año, y resalta los recursos que se destinarán al sector productivo.
A pesar de las observaciones realizadas por los expertos en economía, los parlamentarios dieron luz verde al Presupuesto General del Estado (PGE) 2022, tanto en la comisión como en la Cámara de Diputados.
El experto en temas económicos, Mauricio Ríos, escribió en su blog que el presupuesto 2022 presenta un desmedido sobreoptimismo, en su artículo titulado la ruina de la economía de Bolivia que ilustra el PGE 2022.
Muestra que la emisión de bonos programados para esta gestión, de 3.000 millones de dólares, que no fueron puestos en el mercado internacional, bajarán para el 2022 a 2.000 millones.
Lo primero por destacar al respecto es que las cifras son sobreoptimistas pues, para empezar, aunque la economía realmente crezca al 5,1 % el próximo año, con las actuales condiciones el crecimiento alcanzará sus niveles previos a la pandemia y las restricciones recién en 2023, como destaca Medinaceli.
Asimismo, se proyecta en Bolivia un incremento de la inversión pública (gasto) del 25 %, es decir, de 4.000 millones a 5.000 millones de dólares (a niveles de 2016). Al respecto, lo primero que llama la atención es que se está incrementando el gasto cuando la ejecución de 2021 no supera el 25 % en el primer semestre, de acuerdo a Fundación Milenio.
Pero los últimos datos oficiales señalaban que a agosto la cifra habría llegado a un poco más de 40 %, pero tampoco se tiene información de los siguientes meses, sin embargo, los últimos años se demostró que la ejecución de la inversión pública no pasa del 70 %.
De igual forma es importante destacar el hecho de que, si bien baja respecto de 2021 o 2020, el déficit fiscal de 3.458 millones (8 % del PIB) sigue siendo escandalosamente elevado, y está siendo arrastrado ya por octavo año consecutivo, señala Ríos.
En este sentido, sería de suponer que el PGE 2022, que ha sido elaborado sobre una proyección del precio de barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI) de 50 dólares, frente al de 42 dólares de 2021, se traduce en un incremento de ingresos importante para financiar tanto el déficit como el gasto. Sin embargo, y como apuntamos antes en otras columnas, la ruina del principal sector económico del país es tan grande que un incremento de los precios de las materias primas se traduce más bien en problemas cada vez mayores, conforme pasa el tiempo, explica.
La subvención a hidrocarburos (gasto) representa una fracción muy importante del presupuesto, a la vez que la capacidad de producción de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que va en franca decadencia, lleva a los expertos en la materia a afirmar que al ritmo de la importación actual de combustibles (a la que la estatal destinará el 66 % de su presupuesto) el país va a registrar déficit energético en 4 o 5 años, y en no más de 10 se verá forzado incluso a importar gas natural para satisfacer una demanda interna que, al mismo tiempo, es creciente, advierte.
Ríos señala a Antonio Saravia, quien habría señalado que el gasto público total (y no solo de ‘inversión’ pública) “representa el 90 % del PIB”.
Aprobación
La Comisión de Planificación, Política Económica y Finanzas de la Cámara de Diputados aprobó en grande y detalle el Proyecto de Ley 004/2020-2021 “Presupuesto General del Estado (PGE) – gestión 2022” que prevé una tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 5,1 %, una inversión pública de 5.015 millones de dólares, con mayor énfasis en el sector productivo.
Para reactivar la economía, el PGE proyecta una inversión pública de 5.015 millones de dólares destinado principalmente a proyectos productivos, de infraestructura y para el área social. Por sector económico, se destaca el rubro productivo con un 42,5 % de participación, infraestructura 29,9 %, para el sector social se destinará el 17,2 % y para los rubros multisectoriales llegará a 10,5 %.
petróleo en el mercado internacional, el país no podrá aprovechar debido a la declinación de la producción de gas.