La estatización de la economía y la falta de condiciones para la inversión privada, así como la centralización de todos los controles en manos del Gobierno, habrían restado puntos en la calificación.
La entidad internacional explica en su página web que el puntaje de libertad económica de Bolivia es 42,7, lo que convierte a su economía en la 172 más libre del Índice 2021. Su puntaje general ha disminuido en 0.1 puntos, principalmente debido a una disminución en la libertad de comercio internacional.
Bolivia ocupa el puesto 30 entre 32 países de la región de las Américas, su puntaje general está por debajo de los promedios regionales y mundiales.
La economía de Bolivia todavía sufre el impacto pernicioso del socialismo chavista, que la hundió a la categoría de “reprimido” donde languidece durante casi una década. El autoritarismo de partido único del régimen de Morales tuvo un impacto particularmente devastador en seis de los 12 indicadores del Índice: derechos de propiedad, eficacia judicial, integridad del gobierno, salud fiscal, libertad de inversión y libertad financiera. El regreso a la libertad económica será empinado.
También señala que los derechos de propiedad están protegidos legalmente, pero la ejecución deficiente de los contratos y los procedimientos deficientes para resolver la insolvencia son comunes en el país.
Aunque Bolivia es parte de las principales convenciones sobre derechos de propiedad intelectual, el gobierno no proporciona protecciones adecuadas ni soluciones de disputas por violaciones de los derechos de propiedad intelectual.