Esos recursos se destinaron a contener el impacto sanitario, económico y social de la pandemia, además de ayudar a la región a responder a desafíos como huracanes y flujos migratorios. Se trata de la mayor respuesta a una crisis de este tipo en la historia del Grupo Banco Mundial.
Los compromisos y movilizaciones del Grupo Banco Mundial durante este período incluyen un total de 14.500 millones de dólares del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y la Asociación Internacional de Fomento (AIF), conocidos como Banco Mundial; 10.800 millones de la Corporación Financiera Internacional (IFC) para promover el desarrollo sostenible impulsado por el sector privado; y 3.800 millones en garantías del Organismo Multilateral de Garantías de Inversiones (MIGA).
«América Latina y el Caribe fue la región más afectada por la pandemia de Covid-19, con un 20% de los casos y un tercio de las muertes globales. La elevada tasa de infección y la abrupta caída del crecimiento tuvieron un impacto social y económico devastador», dijo el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe (ALC), Carlos Felipe Jaramillo.
«Actuamos con rapidez para proporcionar un nivel considerable de financiamiento nuevo para ayudar a los países a enfrentar esta crisis y brindar alivio a los más vulnerables», agregó.
Durante el pasado año fiscal, el financiamiento y la experiencia del Banco Mundial se enfocaron en protección social, emergencias de salud, testeos, vacunas y el fortalecimiento de los sistemas de salud de cada uno de los países, así como en una movilización sin precedentes de financiamiento de corto plazo durante los primeros meses de la pandemia para ayudar al sector privado a mantenerse a flote.
Por su parte, IFC, el brazo del Grupo del Banco Mundial para el sector privado, comprometió 10.800 millones de dólares para América Latina y el Caribe «incluidas movilizaciones (5.000 millones) y financiamiento a corto plazo (2.000 millones)», impulsada por una mayor demanda de financiamiento por vía rápida para los sectores manufacturero, de agronegocios y servicios.
Además, apoyó a la industria financiera y colaboraciones exitosas para el establecimiento de asociaciones público-privadas (APP).