El directivo de la Cámara, que agrupa a 20 laboratorios de Bolivia, habló sobre este delicado tema. Expresó que existen productos adulterados e ilegales que, además de ser nocivos para la salud, son una competencia ilegal y desleal para los laboratorios locales.
Para el entrevistado, el tema del contrabando es complejo, así como la falsificación de medicamentos, que se enmarcan dentro del mercado de insumos médicos ilícitos, que no solo afecta al país, sino a nivel mundial.
«Los países más desarrollados buscan minimizar el porcentaje de participación de los medicamentos ilícitos, pero en países como el nuestro la participación es grande y significa un gran problema. Diversos estudios en el país muestran que existe un 20 % de participación del mercado farmacéutico ilícito y, haciendo números aproximados, estamos hablando unos 80 millones de dólares que significa este mercado», señala.
Explica que la actividad ilícita aprovecha espacios de pánico de la población, que busca recuperar su salud y estar sana.
«Las autoridades se ven limitadas a controlar porque estas personas actúan por los espacios virtuales y canales de venta muy camuflados. En un estudio que hizo la Organización Mundial de la salud (OMS) equiparó esta actividad ilícita como un crimen de lesa humanidad porque el que lo practica está consciente que puede dañar la salud y matar», sostiene.
Afirma que esa actividad ilícita crece por falta de información de la población, y también desconocen los efectos que puede provocar los medicamentos ilícitos, que en algunos casos no alivia la enfermedad o el dolor.
«Hay productos alterados que, por un lado, no tienen el principio activo principal del fármaco, pero, por otro lado, no tienen el componente terapéutico o que tenga, pueden tener otros productos dañinos para todo el organismo», alerta.