El director general de Biodiversidad y Áreas Protegidas, Enzo Aliaga, desestimó un posible repoblamiento de animales en la Chiquitania por factores económicos y biológicos, donde el año 2019 se perdieron, según un estudio del Instituto de Ecología de la carrera de Biología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), cerca de 6 millones de mamíferos en los incendios de 2019 en la región chiquitana.
“El 2019 se quemaron bosques y fue devastador; una de las primeras cosas son los programas forestales, se tienen varias acciones como la reforestación, restauración en la zona afectada y ver cómo protegerla para que se reconstituya nuevamente, pero en el caso de fauna no se puede hacer nada”, dijo a Brújula Digital.
Aliaga señaló que desconoce el estudio del Instituto de Ecología. “No sé si están basadas en algunas estimaciones o modelos porque ahí se puede poner cualquier cosa, imagínese: ratones. Ni se tiene idea de la población de ratones, la otra forma es ver si hay jochi cada hectárea, y sí se han quemado dos millones de hectáreas han muerto 200 jochis, pero eso no quiere decir que los jochis utilicen toda la superficie”.
Según el director general de Biodiversidad y Áreas Protegidas, los animales que murieron en el bosque chiquitano no son reemplazables, pues fueron producto de la evolución de millones de años.
“No se trata de llevar ratones de Puerto Quijarro a la Chiquitanía, solo en murciélagos hay 100 especies en el país y no se las puede llevar de un lado a otro. Lo que se espera es que los sobrevivientes vayan repoblando poco a poco”, señaló.
El otro problema que identificó es el presupuesto “exorbitante” que requeriría cualquier programa de repoblamiento masivo de animales.
Identificó también como otra amenaza para la vida silvestre de la Chiquitanía, la caza furtiva, pues dijo que en los incendios de 2019 hubo gente de la ciudad a cazar animales que huían del fuego.
“Encima de que ya están afectadísimos por los incendios son cazados, por eso emitimos un decreto que prohíbe la caza deportiva de animales en el país”, dijo.
En cuanto a los animales de los santuarios o centros de acogidas de animales dijo que no se adaptan a la vida en el bosque, pues “tienen daños físicos, incluso daños psicológicos, pero es como es”.
El dato del estudio habla de 5.914.527 individuos que perdieron la vida en los incendios ocurridos en 2019, que quemaron más de 2 millones de hectáreas de bosque chiquitano en Bolivia.
El estudio “Muertes de mamíferos por los incendios de 2019 en la Chiquitanía” elaborado por Luis Pacheco, Lineth Quispe, Fabiola Suárez, Mauricio Ocampo y Ángel Claure, usó herramientas teóricas basadas en alometría.
“Estimamos que el número de mamíferos muertos directamente por fuego fue de aproximadamente 5.914.527 individuos. La mayoría ocurrió en áreas protegidas y con números por especie que varían entre cuatro individuos de jaguar hasta 3.6 millones de roedores”, señala el informe.
El trabajo de los biólogos señala que estimaciones basadas en un muestreo en terrero indican la posible muerte de 3.060 individuos de Tayassu pecari y 6.220 de Pecari tajacu. (Brújula Digital)