David Foronda H.

Varias naciones del mundo ofrecen solaz y seguridad a los visitantes que quieran habitar en tales sitios. Las mismas van desde clima agradable, buen sistema sanitario, transporte público excelente, un clima de paz y seguridad, apoyo a las personas de la tercera edad, el ambiente social óptimo y mucho más. Esos países están ubicados sobre todo en Europa y constituyen un atractivo para quienes quieren “cambiar de aires” y pasar años de vivencia en un ámbito placentero en todo sentido, al margen de experimentar muchas emociones que le significarán gran complemento a su diaria existencia, colmándola de adrenalina.
En Bolivia no estamos lejos de formular semejantes ofertas a quienes quieran asentarse en nuestro suelo. En materia de seguridad, como ejemplo, se dice que es un “país seguro”, porque “seguro te roban, engañan, te timan, te hacen el cuento del tío”, etc., y las inequidades en materia de justicia evitan precisamente que “te hagan justicia”. En el campo de la salud, lo bueno es que, aunque se amanezca en las puertas de los hospitales para recibir una ficha que le permitirá el acceso a una consulta con un galeno, será recibido al final para que le hagan un diagnóstico, pero lo importante es que será “atendido”, a pesar de que usted haya pasado una vía crucis para ello.
En el ramo del transporte público, tampoco tendrá que preocuparse mucho, por cuanto solamente tendrá que acostumbrarse a su peculiaridad, vale decir a los denominados “trameajes” (significa que un motorizado de cualquier línea sólo le llevará hasta un determinado punto, luego debe abordar otro, o aumentar la tarifa en el que está, etc.), pero finalmente llegará a su destino. Aparecen los vehículos a ratos como cuenta gotas y peor si se “internan” en las “trancaderas”, en las que pierden mucho tiempo con el desplazamiento a paso de tortuga que, no conmueve al conductor, pero de “todos modos llegará a donde quiere ir”.
Son solo algunos ligeros apuntes de lo que pasa aquí, pero si se dio cuenta, en cada actividad se registra intensa emoción, mucho mejor que participar en un safari en África, de aquellos que, me imagino, se realizaban hace décadas, llenos de bastantes sustos y peligros. También podrá ver que a muchos grupos de dirigentes les encanta sacar cuotas, por todo y nada, dizque “a sus bases”. A propósito, sobre el particular, lo último que ha surgido, según el Prof. Fernando Uzeda, es que se pretende gravar con un aporte de diez bolivianos a los jubilados del país, lo que iría en beneficio de una Confederación del ramo, y vaya a saberse en qué quisieran gastar tal jugoso “aporte”, de darse curso a semejante solicitud. Algo que significaría quitarle un monto que puede parecer pequeño, pero que al rentista le sirve de mucho.
Por otra parte, en el país en cualquier rato sectores sociales bloquean las carreteras, caminos, vías públicas, etc. Todo ello constituye una fuente de “emociones puras” que experimentaría, pero que al final su corazón quizá no podría resistir. (Cualquier semejanza con la vida real, será producto de su pura imaginación).

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