José E. Pradel B.
La historia de las Relaciones Internacionales de Bolivia y la Santa Sede, es un tema que ha sido estudiado por muchos diplomáticos y escritores, entre las obras más significativas destacan: ‘La confederación Perú-Boliviana. El mariscal Santa Cruz y la Santa Sede (Documentos inéditos)’ (1977) de Manuel Frontaura Argandoña; ‘Bolivia y el Vaticano’ (2005) de Valentín Abecia Baldivieso; ‘La diplomacia de Bolivia ante la Santa Sede: el Mariscal Santa Cruz diplomático en Europa. Documentos del Archivo del Vaticano’ (1991) de Humberto Vázquez-Machicado y ‘Bolivia en Roma. Informe del Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Bolivia ante la Santa Sede’ (1923) de Carlos Paz. A esto se suman diversas columnas de opinión escritas por especialistas como Federico Nielsen Reyes y David Maldonado, entre otros.
En esta ocasión, trataremos la obra centenaria del tarijeño Carlos Paz, destacado miembro del partido republicano. Entre 1921 a 1922, desempeñó las funciones de Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario del gobierno de Bolivia ante la Santa Sede.
Sobre ello Paz, matiza en su obra la presentación de sus Cartas Credenciales al Papa Benedicto XV. En esta ceremonia dicho pontífice manifestó: “…el testimonio del agrado con que hemos recibido, el homenaje de sus amistosos sentimientos, y no deje de participarle los votos que hacemos por la prosperidad de Bolivia entera…”.
Lamentablemente, dicho personaje atestiguó las ceremonias de entierro de dicho papa (22 de enero de 1922) y la coronación de Achille Ratti como sucesor de San Pedro, que escogió el nombre de Pío XI. Este pontífice estuvo al frente de la Iglesia durante 17 años, hasta el preludio de la Segunda Guerra Mundial.
Sin duda, Paz, también describió con rigor y detalle sus labores realizadas para obtener la dispensación de natales a favor del R. P. Abdón Salinas, como episcopal de la Diócesis de la Paz.
Sobre la simpatía por Bolivia, subrayó: “…he encontrado en los círculos del Vaticano una franca simpatía por Bolivia… a la vez hallábase bien interiorizado de los negocios y asuntos de Bolivia, por el Secretario de Estado Cardinal Gasparri, que estuvo en la República como Delegado Apostólico en la administración del general Pando y tiene un elevado concepto de la cultura social boliviana…”.
La obra de Paz destaca, además, sus gestiones para dar a conocer a Bolivia a través de entrevistas efectuadas al Secretario de la Agencia Stefani, la más significativa de Italia en esa época. En mayo de 1922, renunció al cargo de E. E. y Ministro Plenipotenciario, para incorporarse a la Cámara de Diputados como representante nacional.
A modo de conclusión, la obra de Paz también permite comprender las relaciones internacionales de Bolivia y la Santa Sede, en una época de importantes transformaciones internas y globales, y sigue siendo una lectura fundamental para entender la diplomacia boliviana de dicho período.