Luis Fernando Romero Torrejón
Finalizando el mes de octubre, el INE ha publicado una nota de prensa donde indica que la economía boliviana presentó un crecimiento del 2,58% al segundo trimestre de 2024. Inclusive, con esta cifra, el Gobierno nacional aseguró que Bolivia es la tercera economía de la región con el mejor desempeño económico después de Paraguay (4,56%) y Brasil (2,90%), a pesar, según lo que aseveran, de un contexto adverso internacional, inflación regional y una crisis climatológica.
Pero analizando un poco la información proporcionada por el INE, se observa que nuestro crecimiento económico acumulado de enero a junio de 2024, es el segundo más bajo de los últimos 12 años, es decir desde el 2013 al 2024. De hecho, en 2013, el crecimiento de nuestro PIB al segundo trimestre fue de 6,97%, siendo el más alto de este periodo. El más bajo fue del año 2023 con 2,21% y de ahí le sigue el de 2024, con 2,58%. Por obvias razones, en el año de la pandemia (2020) este indicador tuvo un pésimo desempeño, habiendo reflejado un decrecimiento o contracción del 12,89%, debido a las serias restricciones económicas impuestas por el gobierno de turno.
Cabe recalcar, que este 2,58% NO es el crecimiento económico neto de Bolivia en los primeros 6 meses del 2024, solo es un comparativo con la variación acumulada del PIB real del 2023, durante el mismo periodo de tiempo. Por lo cual es importante detallar las siguientes cifras:
a) Tomando en cuenta los valores trimestrales de los PIB reales, hubo un crecimiento de un 4,81% del primer trimestre al segundo trimestre 2024.
b) Hubo un incremento del 3,82% del PIB del segundo trimestre 2023 al PIB del segundo trimestre 2024.
c) Para llegar al 3,71% de crecimiento económico planteado por el gobierno para este 2024, significa que debiéramos lograr un PIB (a precios constantes) de $us 52.833.176.030
d) Hasta junio 2024, se ha logrado solo el 47,48% del valor del PIB (a precios constantes) que se requiere para cumplir la meta del Gobierno.
e) En 2023, tuvimos un PIB nominal de $us 45.464.373.213, según datos del INE, hasta este primer semestre 2024, se ha llegado al 46,95% de lo alcanzado en la gestión pasada.
Analizando rápidamente la variación acumulada del PIB por actividad económica de este primer semestre 2024 con de 2023, durante el mismo periodo, se observa que la mayoría tuvo una relativa mejora durante este periodo de tiempo, sin embargo, la construcción, servicios de la administración pública, otros servicios y sobre todo la actividad económica de Petróleo y Gas Natural continúa con una crónica desmejora, pasó de -5,70% del segundo trimestre 2023 a -12,14% en este segundo trimestre 2024.
Las variaciones del PIB por actividad económica, a lo que refleja el INE, las más importantes fueron de Electricidad, Gas y Agua (6,91%), Otros Servicios (6,72%), y Establecimientos Financieros (4,72%), y las más bajas de Industria Manufacturera (1,84%), Servicios de la Adm. Pública (1,79%) y Petróleo y Gas Natural (-12,14%). Pero, si analizamos los valores absolutos de cada actividad económica, la que más contribuyó al crecimiento económico al segundo trimestre de 2024 fue la Agropecuaria, con un 20%, le sigue la Industria Manufacturera con un 16% y con un 11% Transporte y Comunicaciones, y Servicios de la Administración Pública. Y los que menos aportaron fueron Petróleo y Gas Natural, y Electricidad, Gas y Agua con un 3%, Construcción con un 4% y Minerales con un 5%.
Comparando las variaciones acumuladas del PIB por tipo de gasto hasta el segundo trimestre 2024 con de 2023, se observa un deterioro complejo en nuestro comercio exterior, la inversión (formación bruta de capital) y el gasto público. De hecho, las importaciones de bienes y servicios han caído en 21,25 desde 2023, como componente del PIB nacional. La escasez de dólares y su elevado precio en el mercado paralelo ha sido un factor clave para desestimular la inversión en el país, como así limitar sobre todo nuestras compras en el exterior, haciéndolas caras, con su notable consecuencia inflacionaria.
Concluyendo, nuestro crecimiento económico acumulado en este primer semestre 2024 es bajo, y si bien es mayor que del 2023 al mismo periodo, es el segundo más bajo desde el 2013. Se ve muy poco probable, por no decir “imposible”, que lleguemos a fin de año a la meta de crecimiento económico del 3,71%, planteada por el Gobierno. La tendencia es clara, nuestra economía esta ralentizada, con posibilidad de estancarse o estanflacionarse, cuyo indicador será más negativo, sin dudas, en este segundo semestre 2024, cuando se reflejen los efectos nocivos de una escasez de dólares vigente, desabastecimiento de carburantes (sobre todo para el sector productivo), inflación creciente, entre varios factores. Pero sobre todo las consecuencias graves de más de 20 días de bloqueo, que no solo ocasionó más de $us 2.000 millones en pérdidas, sino el desmoronamiento de toda posibilidad de salir de esta crisis económica y política que vive actualmente Bolivia.
El autor es Presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija.