Ernesto González Valdés
Posiblemente hoy o mañana, cuando suene el despertador, las parejas, de casados o los que se “juntan”, al ver a la persona con la que amanecen, mostrarán una sonrisa, recibiendo otra de respuesta, por ser el día de la amistad, del amor. Para culminar el día, los que están cerca, de alguna forma harán llegar un regalo, una llamada telefónica, un correo, etc., a la persona o personas que estima. Muestra de ello es que lugares públicos de paseo, estarán atiborrados de novios, matrimonios, familias, amigos y amigas, y tal vez para muchos, será una noche de romances.
Sin embargo, hoy me referiré a la pregunta que encabeza el presente artículo. Si bien el tema en cuestión: sexo, sigue siendo en muchos casos un tabú, la orientación al respecto debe comenzar en casa, ¿por qué? Son los padres (mamá y/o papá) los máximos responsables de la educación en general, de orientar a los descendientes, ya que éstos últimos deben descansar su confianza en los primeros.
Los adolescentes sienten que hablar con sus padres acerca del sexo puede facilitar importantes decisiones sexuales. Posiblemente un adolescente bien orientado podría posponer su actividad sexual más fácilmente y evitar el compromiso de un posible embarazo (por parte de ambos el/la joven), lo cual dependerá primero de si realmente pudieran hablar de estos temas más abiertamente con sus padres.
Por otra parte, también los padres deberán –diría que tienen la obligación– atender estos problemas y no tratar de esquivarlos, ya que, de no establecer la comunicación con sus hijos en este sentido, se puede ocasionar grandes riesgos para los jóvenes involucrados en la relación, ante la posibilidad de una nueva vida, no planificada.
Pero hay un problema, algunos (¿muchos?) padres no son conscientes de la importancia que tiene lo que ellos piensan acerca del sexo para sus adolescentes. Algunos padres consideran que no pueden “luchar” contra la influencia de los “amigos” y “amigas”, ni contra la información presente en las redes y, por supuesto, sería un craso error cruzarse de brazos ante dicha negativa.
¿Cómo lograr deshacer esa inadecuada relación de amistad? Desarrollando relaciones muy estrechas y cariñosas con sus hijos/as desde que son pequeños/as, por ejemplo, tratando de ser un ejemplo en cuanto a los tipos de comportamiento y las actitudes que usted quiere que imiten sus hijos/as.
Además, deben ser escuchados y tratados con respeto, hablándoles de sexo, de sus propios valores y de por qué los sostienen. De igual modo, ayudar a sus hijos/hijas adolescentes a pensar en sus metas para la vida, incluyendo la educación, y cómo la actividad sexual podría afectar sus sueños y su propia vida, insistiendo en que la toma de decisiones sexuales puede ser algo duro para los adolescentes hoy.
Los padres y los adolescentes pueden ayudarse mutuamente, siendo buenos amigos y comunicándose. No siempre es fácil, pero las recompensas pueden ser significativas.
El autor es Licenciado en Ciencias Pedagógicas.