Luis Antezana Ergueta
Definitivamente, Evo Morales no sabe que está siendo acosado por la musa de la mala pata y su deseo de volver al poder es poco menos que imposible, ya que las condiciones son muy distintas a las del año 2006, cuando estaba impulsado por la consigna “kawsachun coca” y pudo imponerse.
Desubicado ante la historia, cree que podría repetir la hazaña y digitando una marcha de supuestos campesinos, llegar a La Paz, ingresar triunfante a la Plaza Murillo para expulsar al mandatario de turno, entregar el poder al vicepresidente, quien sería sustituido por del Senado. Es más, éste llamaría a elecciones. Entonces, fraude en ristre, entregar el gobierno a Evo Morales, quien restauraría el régimen del “proceso de cambio”, con el derroche, la corrupción y estupro.
No cree que el desprestigio hacia su persona es inevitable a medida que pasa el tiempo y es imposible que vuelva a ocupar un sitio importante en la vida política del país, como lo tuvo alguna vez. Entre algunos de sus recientes fracasos, está el que protagonizó en la última marcha evista, llamada “para salvar Bolivia”, partiendo de Caracollo para llegar a La Paz y pensando en hacer que sea expulsado del poder Luis Arce, para que asuma el poder Choquehuanca y sea desplazado por Adrónico Rodríguez, quien llamaría a elecciones que el líder cocalero ganaría y así volvería a regir con su satrapía.
En medio de esa marcha, sus seguidores empezaron a desertar y la situación le era tan negativa que renunció a seguir marchando. Sus acólitos le pidieron que desista y al día siguiente volvió a su puesto de comando, pero con poco ánimo, y finalmente llegó a La Paz donde nada de lo que esperaba pasó.
Entonces, Evo retrocedió con las cajas destempladas, y, amenazando con nuevas paradas, debió desandar lo andado (en un flamante vehículo de alrededor de 90 mil dólares).
Entonces, la musa de la mala pata volvió a caer sobre él. Al ser notificado por el caso de estupro agravado, según denuncia de un familiar de la víctima. Al día siguiente fue notificado por una fiscal para que declare sobre el caso, así como los padres de la víctima. Pero Morales no se presentó ante la fiscal y se espera el apresamiento del cocalero,
Por otro lado, varios abogados argumentaron que, según el Código Penal, no valida el consentimiento de la víctima. Y mediante redes del país se exige investigar a Evo por varios casos de abuso sexual.
Tratando de salvarse de la justicia, Morales pidió que el juicio por estupro se realice en el Chapare, que es un sitio impenetrable para autoridades independientes. En esa forma, la musa de la mala pata llegó de manera tajante y, ante el riego de ser apresado en cualquier momento, Morales desapareció del escenario político y ahora estaría siendo considerado como prófugo.
Con desesperación, Evo pidió a los campesinos ampararlo con un bloqueo de caminos, pero sin tomar en cuenta que ellos ya no le apoyan, excepto algunos de Parotani y del Chapare. Solo depende de apoyo externo.
El jeque de Orinoca no puede comprender cómo están las cosas. No se da cuenta que el pueblo boliviano lo considera intolerable, los campesinos lo desprecian, la justicia lo persigue a nivel internacional. No se da cuenta que camina contra el reloj del tiempo y de la historia, que ha pasado su cuarto de hora y no entiende la sentencia aymara de que santo que pasó su fiesta, a un rincón. También olvida que una vez afirmó que cuando deje el Palacio de Gobierno se iría a su cato del Chapare para dedicarse a la piscicultura en su terreno de cuarenta hectáreas.
También el autócrata no recuerda que los males no vienen solos, sino en legión, que es lo que le sucede. Tampoco tiene conciencia del estado en que dejó el país, al cual quiere volver a gobernar sin programa, sin apoyo y yendo contra el curso de la historia. Y quizá considerando que llegaría al gobierno igual que en 2006, cuando Bolivia empezó a gozar de un a prosperidad única en su historia, pero cuyos caudales derrochó despiadadamente, por medio del derroche y la corrupción.
No entiende que la política es una rueda que gira y que, con el tiempo, unos están arriba y otros abajo. No sabe aún que lo acosa la musa de la mala pata. Finalmente, hay que destacar que Evo ha perdido el apoyo de los presidentes Putin, Lula y otros y su fama se ha desmoronado, como un montón de ladrillos rotos.