Noticia BO

Democracia, en estado de coma

El Diario
Publicado , 13 de Octubre de 2024.
Democracia, en estado de coma
Juan Carlos Ferreyra Peñarrieta

Juan Carlos Ferreyra Peñarrieta

Bolivia en este octubre cumple 42 años de democracia. País caracterizado aún por la inestabilidad política y una tremenda falta de institucionalidad en sus entes que conforman la estructura del Estado. Edad madura en la cual ya debería estar solidificada nuestra todavía inmadura democracia y lo más grave es que está en estado de coma.
De manera general se puede afirmar que la institucionalidad democrática se refiere al conjunto de instituciones políticas que organizan al Estado y a la sociedad, además de las reglas y normas que definen a un determinado orden social. La principal función de las instituciones democráticas sería poner frenos al poder que se ejerce desde el Estado, para garantizar la libertad de los ciudadanos.
La tarde del domingo 10 de octubre de 1982, el país retornaba a la democracia, fecha en que la “bota militar” saldría definitivamente de Palacio de Gobierno, entre silbidos e insultos, para permitir que Hernán Siles Zuazo asuma la presidencia del país, de la manera más democrática. La democracia nacía en un ambiente de fiesta y con la esperanza de cambiar de verdad la vida de bolivianas/os.
Nuestra democracia nació débil porque la Unidad Democrática y Popular (UDP) no estaba del todo articulada y bien cimentada. Era solo un proyecto de alianza denominado “entronque histórico”. Estuvo compuesta de forma mayoritaria por el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNRI), el partido de Hernán Siles Suazo y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Jaime Paz Zamora. La primera era una facción más progresista que se identificaba con la Revolución Nacional de 1952 y la segunda representaba a la primera generación de miristas que se formó bajo la mística de resistir al banzerato.
Apenas duró diez meses de gobierno. Su gobernabilidad fue cada vez más tirante entre las fuerzas políticas y las otras fuerzas de izquierda (comunistas, exguerrilleros y algunos líderes sindicales) que también eran parte del bloque. Poco tiempo después de la posesión, la crisis política e inflacionaria provocaría que las concentraciones multitudinarias ya no apoyen al binomio Siles-Paz Zamora, sino que pedían su salida de Palacio de Gobierno.
Como un breve repaso a estos 42 años de democracia, podemos evocar varios momentos diferentes: desde los previos golpes de Estado y la sentencia contra García Meza, la Marcha por la Vida y la “guerra del estaño”, los octubres negros, la “guerra del agua”, la marcha indígena de 1990, los cabildos autonomistas, o apellidos como Lechín, Flores, Barrios de Chungara, Picachuri, Vildoso, Banzer, Sánchez de Lozada, Palenque o Mesa; la hiperinflación y la nacionalización de los hidrocarburos; la imagen de Siles Zuazo anunciando su huelga de hambre, Evo Morales promulgando la actual Constitución Política del Estado o Víctor Paz afirmando: “Bolivia se nos muere”.
En los últimos 20 años nuestra democracia se llegó a deformar y prostituir de tal forma que la demagogia y dictadura, están plenamente instituidas. A la demagogia se la define como la usurpación del gobierno por el populacho; es decir por los sectores más impuros que asumen una actitud de prepotencia, estimulados por quienes ejercen las funciones del gobierno o son órganos de éste. La demagogia, en consecuencia, no significa el gobierno del pueblo, porque los sectores más calificados de éste han sido puestos al margen de su participación en el Estado por el populacho.
En tanto que la dictadura, es una forma de gobierno en la cual una persona o un grupo de personas elegidas normalmente por el pueblo, se apoderan ilegalmente de todos los poderes del gobierno. La dictadura es siempre una corrupción de la democracia porque los gobernantes –especialmente los del Poder Ejecutivo– elegidos legalmente por el pueblo, se apoderan de las funciones y los poderes que constitucionalmente corresponden a otros órganos, para actuar sin obstáculos en servicio de sus intereses personales y de grupo.
Los principios ético-morales democráticos escritos en nuestra Constitución Política del Estado (CPE), como no seas flojo, no seas mentiroso, no seas ladrón, el vivir bien, tener vida armoniosa, vida buena, tierra sin mal y camino o vida noble; al parecer en estos últimos tiempos se los ha institucionalizado de manera contraria. Dando a entender que estaríamos viviendo en el reino del revés.
De igual manera los valores democráticos sustentados en la actual CPE, como unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad, solidaridad, respeto, armonía, transparencia, igualdad de oportunidades, bienestar común, responsabilidad, justicia social entre otros; no cuadran con nuestro diario vivir. Todo es un saludo a la bandera.
Se supone que la recuperación de la democracia, hace 42 años, era para mejorar la vida de bolivianas/os y no para empeorar. Cuál fue mejor: ¿la dictadura militar o la dictadura del Socialismo del Siglo XXI, disfrazada de democracia aparente?

El autor es Comunicador social.



Últimas noticias
Coincidir o disentir
Coincidir o disentir
Severo Cruz Selaez...
Abstinencia digital
Abstinencia digital
Marcelo Miranda Loayza...
Democracia… ¿cómo te salvamos?
Democracia… ¿cómo te salvamos?
Ignacio Vera de Rada ...
Árbitro sin personalidad
Árbitro sin personalidad
Juan Carlos Ferreyra Peñarrieta...
Sufrimiento en el trabajo
Sufrimiento en el trabajo
David Foronda H....
¿Voluntario?
¿Voluntario?
Ernesto González Valdés...
El MAS prioriza disputa por el poder
El MAS prioriza disputa por el poder
Walthy Mauricio Egüez Paz ...
Invasiones peruanas
Invasiones peruanas
Juan José Toro Montoya...
MAS de lo mismo
MAS de lo mismo
sin entradilla...
“The Ugly American”
“The Ugly American”
Ronald MacLean Abaroa...
Hacia un espíritu de reparación
Hacia un espíritu de reparación
Víctor Corcoba Herrero...
Con la mirada puesta en Jesús
Con la mirada puesta en Jesús
Víctor Corcoba Herrero...
Beni, un tesoro ignorado
Beni, un tesoro ignorado
Ronald Nostas Ardaya ...
La desnutrición de siempre
La desnutrición de siempre
Severo Cruz Selaez...
Todo cambio es saludable
Todo cambio es saludable
Severo Cruz Selaez ...
Somos país de emociones
Somos país de emociones
David Foronda H....
¡Ahorcado!
¡Ahorcado!
Lupe Cajías...
Arce y el fantasma del dieselazo de 2010
Arce y el fantasma del dieselazo de 2010
Miguel Ángel Amonzabel Gonzales...
Me castigan por ser mujer
Me castigan por ser mujer
Jorge Lizárraga Torrico...
MAS bloqueos
MAS bloqueos
Humberto Vacaflor Ganam...
El vicepresidente y la Ley SAFCO
El vicepresidente y la Ley SAFCO
Eric L. Cárdenas del Castillo...
La vida es un universo de contrastes
La vida es un universo de contrastes
Víctor Corcoba Herrero...
Trata de personas
Trata de personas
Juan José Toro Montoya...
Responsables del retroceso
Responsables del retroceso
Severo Cruz Selaez...
Generar confianza: nunca traicionarla
Generar confianza: nunca traicionarla
Víctor Corcoba Herrero...
Y ahora, ¿qué pasará?
Y ahora, ¿qué pasará?
Jorge Lizárraga Torrico...
La tragicomedia del bicentenario
La tragicomedia del bicentenario
Ignacio Vera de Rada ...
El ocaso izquierdista
El ocaso izquierdista
David Foronda H....
La tormenta Trump
La tormenta Trump
Humberto Vacaflor Ganam...

Encuesta

No hay encuestas activas para participar. Puede consultar nuestras encuestas anteriores