Además, se fomenta la transparencia en las compras estatales, se genera mayor competitividad con el incremento de los oferentes y se reduce el uso de papel en las adjudicaciones. La misma está abierta para todas las entidades estatales, pero algunas optan con seguir con el procedimiento tradicional.
Mediante Decreto Supremo N°4453 del 14 de enero de 2021, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas implementó la Subasta Electrónica con el objetivo de modernizar la gestión de contrataciones, fomentar la transparencia, eficiencia y competitividad en las contrataciones que requiere la administración pública.
En la línea de las declaraciones del Presidente del Estado, Lucho Arce, quien destacó la Subasta Electrónica como una acción contundente en la lucha contra la corrupción que demuestra eficiencia, transparencia y ahorro al Estado, el Viceministro Mamani recordó que se logró un ahorro de cerca de 888 millones de bolivianos, es decir 128 millones de dólares, a partir del año 2021 hasta abril de 2023.
El Presidente –durante la posesión del nuevo Ministro de Medioambiente y Aguas— también pidió a la Agetic que trabaje junto al Ministerio de Economía para que “todas las subastas y todas las contrataciones se den de manera electrónica y en tiempo real para evitar cualquier elemento delictivo en los procesos de contratación del Gobierno, para que en ese momento se sepa el ganador, precio y servicio de manera transparente en la contratación de servicios y obras desde el Estado”.
Con la vigencia de la Subasta Electrónica se facilita la participación de las empresas ofertantes al Estado y se elimina las barreras geográficas para que las microempresas puedan presentar sus propuestas desde cualquier punto del país. Antes, las empresas que estaban en el resto de los departamentos del país tenían la limitante de presentarse a los procesos de contratación porque se incrementaba sus costos de producción.
Otro de los resultados que generó la Subasta Electrónica es el fomento de la participación de proponentes que se incrementó de 27.233 que se tenía en 2014 a 40.504 oferentes en 2022.
De igual forma, se disminuyó el uso de papel en las propuestas de compras, es decir que, en 2021, el 47% de estas propuestas se realizaron de forma electrónica, en 2022 subió a 78% y hasta abril de 2023 se incrementó a 95% bajo la modalidad electrónica.
“Eso nos da la señal clara de que, dentro de los mecanismos del marco de la transparencia en los procesos de contratación, estos son resultados que se están obteniendo, mayor participación, mayor transparencia en los procesos de contratación, de esa manera se eliminan las presentaciones de forma física”, resaltó el Viceministro.