Explicó que, a través de medios de comunicación, ha conocido reclamos de la población entre sentido de que existirían síntomas como alergias, irritación en la garganta y los ojos, además de caída de cabello, en zonas como el Centro y Sopocachi.

Señaló que estos síntomas pueden estar asociados a la excesiva presencia de cloro en el agua. Dicho elemento se usa en una fase previa del tratamiento del líquido para eliminar patógenos.

La académica explicó que el agua distribuida al Centro de la ciudad viene de Milluni, donde existe actividad minera desde la época colonial. No obstante, se hace el tratamiento para evitar la presencia de metales, toda vez que la corriente se usa también para la generación de energía.

Donde sí se tiene datos de la presencia de metales en el agua es en Hampaturi, donde existen actividades mineras más recientes y se provee agua a sectores como Miraflores y Zona Sur.

La Vicerrectora indicó que, según el estudio, el agua que se encuentra antes de las actividades mineras de Hampaturi es de excelente calidad.

Sin embargo, cuando ya las aguas atraviesan el sector de las actividades mineras, se incrementa la concentración de minerales, metales, cloruros, sulfatos, nitratos.(Erbol).

Dijo que lo más preocupante es la concentración de metales pesados como el plomo, cadmio, hierro, zinc, los cuales son tóxicos y bioacumulables, es decir que cuando entran al organismo no se eliminan, sino se acumulan y pueden generar efectos en el cerebro y riñones.

En ese marco, la Vicerrectora –que es doctora en Hidroquímica, propuso realizar el estudio para analizar el agua en diferentes sectores de la ciudad, desde las fuentes y hasta que sale de los grifos.

Indicó que se deben evaluar aspectos como el PH, la conductividad, sólidos, sodio, potasio, cloruros, sulfatos, nitratos y metales pesados.

La especialista enfatizó que será importante tomar muestras en la salida de los cuerpos de agua y después en los grifos, para constatar si existe contaminación en las tuberías.

Recordó que antes las tuberías en La Paz eran de plomo y ahora espera que eso haya cambiado, aunque ese informe corresponde a Epsas.

La Vicerrectora dijo que la UMSA tiene académicos formados hasta en doctorados, además de equipos de laboratorio a disposición para hacer el estudio, pero lo que necesitaría es el presupuesto para los reactivos y la logística.

De pronto, ante la preocupación actual, sugirió que como medida paliativa las familias puedan filtrar el agua con tela y algodón o, si tiene la posibilidad, consumir agua que se vende embotellada.