La imagen de Bolivia hacia el mundo se va complicando, el Gobierno no da su brazo a torcer sobre cambios en su modelo económico, mientras Fitch Ratings baja calificación de riesgo de #Bolivia a “B-”, tendencia negativa. Los economistas sugieren dar un giro a la propuesta gubernamental para evitar complicaciones en la economía nacional. Plantean liberar exportaciones y mejorar clima de negocios para atraer inversiones.
Jaime Dunn escribió en @JaimeDunn_ «Fitch Ratings baja calificación de riesgo de #Bolivia a “B-” tendencia Negativa. Categoría “B” no significa bueno, bonito y barato. Es nivel de bono basura”.
Una de las observaciones de la calificadora es la caída de las Reservas Internacionales Netas y la incertidumbre que genera el Gobierno por su inacción para revertir la situación, a pesar de las medidas aplicadas, así como por el retraso en la publicación de los datos.
El modelo económico del Gobierno se gastó las Reservas Internacionales Netas (RIN), de alcanzar en 2014 a más de 15.000 millones de dólares, con divisas que bordearon los 13.000 millones, ahora en 2023, las presiones externas erosionaron el stock de reservas del Banco Central de Bolivia (BCB).
La rebaja de la calificación de Bolivia a ‘B-’ desde ‘B’, refleja el agotamiento de reservas de liquidez externa, que provoca incertidumbre a corto plazo, puede generar riesgos macroeconómicos y afectar la estabilidad.
La calificadora explica que el país perdió acceso al mercado de bonos externos y no hay perspectivas concretas de apoyo a gran escala de los acreedores oficiales.
Entretanto, la perspectiva negativa refleja una mayor incertidumbre en torno a la capacidad de las autoridades para gestionar una solución a la actual situación en la que se encuentran las RIN, así como el retraso continuo en la publicación de los datos.
Pone en conocimiento el deterioro de la imagen del país en el exterior, por las políticas expansivas, así como por la caída de la producción de hidrocarburos, que ha vuelto al país en importador de combustibles.
Fitch estima que la cuenta corriente volvió a un déficit del 0,6% del PIB en 2022 desde un superávit del 2,1% en 2021 y proyecta un mayor deterioro en 2023.
Oficial
En su evaluación, la calificadora no tomó en cuenta el contexto de crisis internacional en medio del cual Bolivia mantiene la estabilidad económica, una inflación controlada y la fortaleza de su moneda con la «bolivianización», sin embargo, Fitch reconoce la reducción del déficit fiscal de 12,7%, en 2020, a 7,2%, en 2022, señala una nota de prensa del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas informa que si bien la calificadora Fitch Ratings revisó la calificación de riesgo de Bolivia a B- bajo el argumento de la variación de las Reservas Internacionales Netas (RIN), esta evaluación no consideró las fortalezas de la economía boliviana como la estabilidad económica que se logró luego de la pandemia Covid-19 y la actual incertidumbre de la economía a nivel global.
La inflación más baja de la región y estabilidad de precios, el récord de exportaciones, altas recaudaciones tributarias, crecimiento del PIB del 4,3% al tercer trimestre de 2022, entre otros, son los indicadores de la estabilidad de la economía boliviana.
Modelo
En las redes sociales, expertos en economía ya plantean un giro de 180 grados en el modelo económico del Gobierno, pues los recursos se agotaron, y ahora se requiere liquidez, y para ello plantean levantar las restricciones a las exportaciones, anular el Impuesto a las Transferencias Financieras (ITF), mejorar el clima de inversiones y garantizar la seguridad jurídica, para atraer inversiones nacionales e internacionales.
«En definitiva los resultados del “Modelo social comunitario… para sustituir importaciones” son inversos a su pomposo título. Es un modelo adicto a los recursos externos que, al haber sido dilapidados, no permiten su continuidad», señala jcpereirasta en su twitter @jcpereirasta
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, opina que hay que cambiar la política económica nacional, con respecto al déficit fiscal, señala que éste es bajo debido a que la inversión en el país es pobre.
«Ahí está su fórmula, a pesar que su modelo es keynesiano. Baja el déficit pero a costa de una desaceleración económica», reflexiona.
Con respecto a los títulos de deudas públicas, Romero las califica como una «lágrima» y reitera que por ello que se debe analizar en el cambio de política económica.
Ya Ernesto Bernal, economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), planteó modificar el modelo económico, que tiene como base el mercado interno, la inversión pública y los precios altos de las materias primas en el mercado internacional.
Medidas
Las últimas medidas aplicadas por el Banco Central de Bolivia para revertir la caída de las RIN, fueron el origen de las especulaciones en la compra de dólares. Como se recordará, el ente emisor determinó comprar a los exportadores la divisa estadounidense a 6,95 bolivianos, con el cual proyecta una recaudación de 1.000 millones de dólares; también puso en marcha el Bono Remesa, con el cual invita a los familiares que reciben dinero de afuera puedan comprar el Bono del BCB, con cuya medida proyectaba alcanzar a 50 millones.
La parte política ya se pronunció sobre lo que sucede con la moneda estadounidense. El Senador Rodrigo Paz escribió en su @Rodrigo_PazP «(
…) el mercado está seco tanto en dólares como en bolivianos y se requiere de una inyección de liquidez al sistema financiero».
Al respecto, el economista Antonio Saravia escribió en su @tufisaravia una pregunta y luego explicó lo que llevaría al país la propuesta del Senador Paz.
“(…) ¿deberíamos imprimir más Bs. entonces? No pues! Al revés! Si no hay $us debemos retirar Bs. para reducir la demanda por $us y mantener el tdc fijo. Lo que Ud. propone (más liquidez) generaría devaluación e inflación”.