Rolando Kempff Bacigalupo
La gesti贸n 2024 finaliz贸 con una inflaci贸n acumulada del 9,97%, marcando el aumento m谩s alto en 16 a帽os, as铆 como un d茅ficit fiscal que super贸 el 10% del Producto Interno Bruto (PIB).
Hace pocos d铆as, varios sectores afiliados a la Central Obrera Boliviana (COB) se reunieron para analizar el pliego petitorio de esta gesti贸n, en el cual es central la propuesta de incremento salarial.
La Organizaci贸n Internacional del Trabajo (OIT), dispone que esta medida nacional debe ser establecida por un an谩lisis completo tripartito entre gobierno, trabajadores y empresarios. En reiteradas oportunidades, los empresarios plantearon al Gobierno que el aumento salarial sea, por lo menos, regionalizado, y tomando en cuenta la productividad.
El a帽o pasado, el Gobierno, en coordinaci贸n con la COB, dispuso un aumento al salario m铆nimo nacional de 5,85% y al haber b谩sico de 3%, cuando la inflaci贸n de 2023 fue de 2,12%.
En 2024, se dispuso que las empresas estatales aplicaran el aumento salarial de acuerdo a sus estados financieros, por lo que muchas no dieron este aumento. El sector privado no tuvo este tratamiento.
En el tema del aumento salarial, no solo se debe tomar en cuenta la inflaci贸n que hubo en el pa铆s. Las autoridades y los trabajadores deben analizar aspectos como el crecimiento de la econom铆a en la gesti贸n pasada (1,4%), que representa solo la mitad de la prevista por el Gobierno; la escasez de d贸lares, que se traduce en que el mercado paralelo ofrece esta divisa en casi el doble del precio oficial y otros problemas que dificultan la producci贸n y reducen la competitividad de las empresas. Se debe mencionar que, durante la pasada gesti贸n, el crecimiento de nuestra econom铆a se ralentiz贸, debido a los bloqueos en las carreteras y el dif铆cil abastecimiento de gasolina y di茅sel durante meses.
Seg煤n el informe del Observatorio Nacional del Trabajo (ONT), al tercer trimestre de 2023, el 80,8% de los trabajadores bolivianos se encontraban en la informalidad, una cifra alarmante, comparada con el promedio regional de 48%. La situaci贸n es m谩s grave entre las mujeres, con un 83% de ellas empleadas en la econom铆a informal, frente al 78% de los hombres, las tasas m谩s altas de la regi贸n, lo que representa una brecha de participaci贸n y desigualdad de g茅nero en el acceso al empleo.
Para Fernando Romero, analista y presidente del Colegio de Economistas de Tarija, uno de los problemas centrales que agrava la situaci贸n es la falta de colaboraci贸n entre el sector p煤blico y privado para implementar leyes que promuevan el empleo formal, a lo que se a帽ade la elevada presi贸n tributaria. Un empresario en Bolivia enfrenta una carga tributaria muy alta, pues de cada 100 d贸lares que genera de utilidad bruta, el 85% es destinado a impuestos establecidos por el Gobierno Nacional.
Otro factor que desanima a los empresarios en cuanto a crear empleos formales, lo constituyen las desfavorables leyes laborales, que generan una pir谩mide invertida, en la que solo un peque帽o grupo de personas paga impuestos, mientras que la mayor铆a trabaja informalmente, sin contribuir al sistema fiscal.
Un documento del BID, elaborado por Manuel Urquidi, Horacio Valencia y Guillaume Durand, publicado en a帽os anteriores, remarca que, en los 煤ltimos a帽os, el gobierno boliviano puso en vigencia una de las medidas m谩s controversiales y que ha afectado al mercado laboral urbano: el incremento del salario m铆nimo, que pas贸 de Bs 440 ($us 63) en 2005 a Bs 2.060 ($us 298) en 2018.
Este documento estudia el impacto del aumento del salario m铆nimo sobre el ingreso, empleo y formalidad en Bolivia y sostiene que el incremento del salario m铆nimo deber铆a reducir la pobreza e incrementar la satisfacci贸n de las necesidades de los trabajadores, porque mayores ingresos permiten un incremento en el gasto de las familias y consecuentemente en su bienestar. Pero, en un contexto donde una gran proporci贸n de las personas trabaja en el sector informal, se puede argumentar que el salario m铆nimo contribuye a mejorar 煤nicamente las condiciones de los trabajadores en el sector formal, sin considerar beneficios para los trabajadores del sector informal.
Otra de las desventajas del aumento del salario m铆nimo es el recorte de personal en el sector privado, considerando el aumento de los costos de producci贸n, as铆 como el incremento de impuestos y planes de jubilaci贸n para las empresas.
Los empresarios expresamos nuestra predisposici贸n para analizar esta realidad, junto con el Gobierno y trabajadores, pensando en el bienestar de la econom铆a nacional. Una mesa de trabajo tripartita podr谩 abordar de manera integral la postura de los tres actores econ贸micos, instrumentando pol铆ticas salariales que garanticen un salario digno, fundamental para el desarrollo econ贸mico y social, as铆 como para reducir la pobreza y desigualdad.
El autor es economista, Acad茅mico de N煤mero de la ABCE y Presidente de la Federaci贸n de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP).