Álvaro Riveros Tejada
A escasas horas de su nombramiento, como el cuadragésimo séptimo presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump firmó doscientas órdenes ejecutivas, previamente anunciadas en su campaña electoral, donde, en varias de éstas, figuran aquellas que atañen a nuestra región latinoamericana. En especial, el controvertido tema del Canal de Panamá, del cual trataremos en este artículo.
En principio, recordemos que el territorio panameño pertenecía a la república de Colombia y, gracias al apoyo de los Estados Unidos, para entonces presidido por Theodore Roosevelt, en 1903 obtuvo su independencia, con uno de sus objetivos principales, cual fue la construcción de un canal biooceánico, fundamental para los interese estratégicos y económicos de la potencia del norte. Asimismo, EEUU apoyó ese acto de independencia firmando, con el nuevo gobierno panameño, el tratado Hay-Bunan-Varilla, que aseguró el control estadounidense sobre el canal.
Cabe recordar que la construcción faraónica de dicha vía marítima no sólo costó ingentes sumas de dinero, sino también cobró las vidas de más de 30.000 trabajadores, por causas como accidentes laborales y enfermedades como malaria.
Ahora bien, a la luz de lo expuesto, si el canal se inauguró en 1914 y estaba bajo el control pleno de los Estados Unidos, nos planteamos una pregunta importante: ¿por qué Estados Unidos devolvió el Canal a Panamá en 1978?
Así como Donald Trump invitó, personalmente a su posesión, a polemizados presidentes. como: al argentino Milei, al salvadoreño Bukele, al expresidente brasileño Jair Bolsonaro que, dicho sea de paso, fue mezquinamente privado de su pasaporte, por el gobierno socialista que aún rige en el Brasil, en dicha ocasión estuvo también rodeado por los cinco personajes más ricos del planeta, que le aseguraron todo su apoyo. No faltó la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni a quien calificó, como una mujer fantástica; esos mismos raptos de entusiasmo priman en él, a tiempo de referirse a temas como el Canal de Panamá, que le producen arranques de heroicidad y de un legítimo patriotismo.
No olvidamos la frase que dijo en 1999, al citar el tratado de neutralidad. “Él nos da el derecho y la obligación de Estados Unidos de proteger la vía acuática de agresiones externas, ellos sienten que hay una agresión por parte de China en el manejo que se está dando al canal de Panamá, tiene una presencia influyente en cuanto al funcionamiento de éste y no debemos olvidar que pesa sobre Panamá el tratado de neutralidad y que le permite a Estados Unidos, unilateralmente, apoderarse de él nuevamente”.
Henry Kissinger fue un diplomático y científico político estadounidense que se desempeñó como Secretario de Estado de los Estados Unidos y Asesor de Seguridad Nacional bajo las administraciones presidenciales de Richard Nixon. En esa calidad, antes de su muy lamentable muerte, sorprendió enormemente su opinión sobre Donald Trump: “Es uno de los políticos, dijo, que realmente entiende la política y se preocupa por lo que piensa la gente. es un fenómeno que los países extranjeros no han visto”. Esperamos, sinceramente, que tales profecías acompañen al gobierno del recientemente posesionado presidente de los EEUU, especialmente ahora que su visión, misión y objetivo están centrados en Trump y en el Canal de Panamá.