Ante la persistencia de los bloqueos de comerciantes callejeros, el alcalde de La Paz, Luis Revilla, dejó ayer en manos de la Policía el imponer el orden y respeto a las leyes vigentes, que es de garantizar la libre circulación peatonal y vehicular, considerando que un grupo minoritario no puede perjudicar las actividades de toda la población.
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