El destacado economista y ex Ministro de Planeamiento de Bolivia, considera que no es el momento para que un país se aísle y esté solo, “es un momento de buscar la complementación y el apoyo, y de mantener políticas que faciliten la productividad, que faciliten las cadenas de valor, tanto de producción, como de comercio, con miras a una integración en la región y en el hemisferio, y desde luego también para una inserción que sea mucho más inteligente a nivel global”.
El pasado 3 de noviembre, en Washington, los líderes de Estados Unidos y Canadá y de diez países latinoamericanos, acordaron convertir la Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas en un foro duradero de desarrollo económico de la región, con una agenda económica para fortalecer la competitividad e integración regional, fomentar la prosperidad compartida y la buena gobernanza, construir infraestructura sostenible, proteger el clima y el medioambiente y promover comunidades saludables.
Al respecto, García calificó como positiva esta Alianza y consideró que, en el mundo actual, caracterizado por una gran fragmentación, Latinoamérica “tiene que tener la habilidad de jugar muy bien sus cartas”, en el sentido de tener relaciones beneficiosas con todas las regiones del mundo, “pero especialmente con el hemisferio”.
Explicó que, en términos comparativos, América Latina perdió importancia relativa en las últimas décadas y, de ser la región en desarrollo con mayor perspectiva, quedó rezagada en indicadores como el comercio mundial, del que representaba el 13% en los años 50, y hoy ha descendido al 5% o 6%.
Frente a esa realidad, señaló que es adecuado que la región busque un modelo de integración, complementación y desarrollo económico que tenga un destino en el hemisferio, aunque aclaró que también “es muy importante tener relaciones muy prósperas y muy fuertes con Europa, la China y los países asiático”.
Ponderó asimismo que la APEP no se haya ideologizado y que entre los países que hoy la componen estén representados gobiernos de varias tendencias como Colombia, Chile, Uruguay y Estados Unidos.
En el caso de Bolivia, García, que también fue Gobernador del Banco Mundial, el BID y Fonplata, explicó que la APEP, si funciona como se ha planificado, nos podría permitir atraer inversión extranjera directa de calidad para ayudar al país a hacer una transición hacia un modelo de ventajas competitivas donde lo que prima es dar un valor mucho mayor a la producción con tecnología e innovación.
Al respecto, explicó que para poder crecer en forma regular a una tasa razonable de 5% o 6%, Bolivia tiene que invertir por lo menos un 25% del PIB, sin embargo, actualmente la capacidad de ahorro interno del país es inferior al 12% del PIB, lo que resulta insuficiente para alcanzar dicha meta, siendo necesario que el país tenga acceso fluido al financiamiento externo de calidad, a través de organismos multilaterales o bilaterales de crédito, mercados de capital y principalmente a la inversión extranjera directa.
Sin embargo, en criterio del reconocido economista, esa solución requiere de una institucionalidad que sea estable y transparente y reglas del juego permanentes, dentro de normas y principios de competitividad y transparencia.
“Lo que necesitamos en la región es un modelo renovado que permita el crecimiento de calidad alto, es decir que sea eficiente, que sea equitativo socialmente y que sea sostenible ambientalmente. Entonces hay que ser pragmáticos, es un momento en el que los países tienen que ser realistas, no dogmáticos”, concluyó.