Desde el sector productivo se puede garantizar la seguridad alimentaria a los hogares bolivianos, traer divisas al país si se apertura mercados para la exportación de los excedentes y sostener un proceso de industrialización, esto si las reglas fuesen claras, donde el sector público y privado puedan convenir con el propósito de un mejor vivir para todos, según el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), José Luis Farah, durante el acto de celebración de sus 59 aniversario.
La CAO renovó su compromiso de seguir trabajando por un agro más fuerte y sustentable, en beneficio de Santa Cruz y de toda Bolivia. Farah, agradeció por todo el apoyo a sus diferentes sectores, aliados estratégicos y colaboradores, quienes han sido parte fundamental del crecimiento institucional.
La Cámara Agropecuaria del Oriente celebró sus 59 años de vida institucional, ocasión propicia para conmemorar los logros alcanzados durante estas casi seis décadas de labor constante. A lo largo de este período de tiempo, se ha consolidado como una institución comprometida con el desarrollo del sector agropecuario, contribuyendo de manera significativa al progreso económico y social de Santa Cruz y del país en su conjunto.
La institución gremial sin fines de lucro, creada el 14 de octubre de 1964 en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra – Bolivia, actualmente aglutina a 70 mil productores agropecuarios afiliados en el departamento cruceño, distribuidos en los distintos subsectores, donde el 70% de productores son pequeños, el 24% son medianos y el 6% son grandes productores.
La CAO desempeña un papel fundamental en la defensa de los intereses de los productores agropecuarios, representándolos ante las instancias gubernamentales y promoviendo políticas favorables para el sector.
En su discurso, conmemorando un nuevo aniversario de la CAO, Farah dijo que el sector productivo es una gran familia donde cada sector con identidad propia asume sus desafíos, los comparte y entre todos se ayudan a que se concrete, porque entienden que, si le va bien a uno, les va bien a todos.
“Nuestro desafío es avanzar sin complejos en una relación de respeto mutuo con los diferentes niveles de gobierno, para que entiendan de una vez por todas que podemos ser la salvación en momentos de crisis, cuando la tierra ya no da gas, la esperanza del pasado inmediato, o el litio, la esperanza futura, parece más un espejismo que un oasis”, destacó.